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Análisis

El desempleo en las tres comarcas aumentó a final de año por primera vez desde 2013

La Vall d'Albaida registró una subida del 0,91 % en la tasa de paro Los sindicatos piden apostar por la calidad en los empleos

Imagen de archivo de un agricultor en un campo de ajos tiernos en la huerta de Xàtiva. perales iborra

Aunque un ritmo variable, la tasa de paro en las tres comarcas seguía una línea a la baja desde que en 2012 sufrió su último pico tras la crisis del 2007. Entonces, la tasa marcó un 27,94 % en la Canal de Navarrés, un 29,65 % en la Vall d'Albaida y un 30 % en la Costera. Desde entonces, e invariablemente, en cada mes de diciembre el número de parados en las tres comarcas era menor que el año anterior. Hasta ahora. Según los datos hechos públicos esta semana por el Institut Valencià d'Estadística, la tasa de desempleo volvió a crecer en las tres comarcas al cierre del 2019, situándose en un 13 % en la Vall d'Albaida, un 0,91 % más; un 13,67 % en la Costera, con un aumento del 0,15 %; y un 13,74 % en la Canal de Navarrés, el 0,22 % más que en diciembre de 2018.

Se trata de un aumento porcentual apenas sensible; a efectos económicos, casi irrelevante; sobre todo en el caso de la Costera y la Canal de Navarrés. Sin embargo, iniciar la década con el primer aumento del paro en siete años supone en lo anímico un golpe directo a la mandíbula. Los sindicatos, por su lado, remarcan que este ligero repunte no es más que la confirmación de lo que han venido avisando desde hace meses: que la creación de empleo desarrollada de un tiempo a esta parte no contaba con unas bases sólidas. Que era, mayoritariamente, empleo de mala calidad por la alta temporalidad y la escasa incidencia de contratos indefinidos, que apenas superaban el 10 % del total. Pan para hoy, hambre para mañana.

El mayor incremento del paro se ha registrado en la Vall d'Albaida, hecho que los sindicatos remarcan como especialmente sintomático por el peso del sector secundario en la comarca, que a priori debe brindar un mercado de trabajo más férreo. No obstante, para Raül Roselló, secretario intercomarcal de UGT para la Costera, la Canal de Navarrés y la Vall d'Albaida, este mercado ya ofrecía síntomas preocupantes en muchos de los balances mensuales: «Habíamos llegado a registrar un 32 % de contratación a tiempo parcial, lo que es un dato muy negativo», subraya. «Además, se expulsa a demasiados trabajadores durante el tercer trimestre, cuando el número de cotizantes baja de manera alarmante, en unas 1700 personas. Muchos trabajadores pasan las vacaciones en paro», señala el sindicalista, para quien estos síntomas demostraban „y así lo habían venido denunciando desde UGT„ que el crecimiento en el empleo «no podía sostenerse».

Deberes pendientes

A nivel local y comarcal es «difícil» acometer las reformas necesarias para revertir esta dinámica, reconoce Roselló, ya que las administraciones a este nivel no cuentan con las herramientas competenciales para abordarlo. Entre las opciones que se encuentran dentro de sus posibilidades, el sindicalista destaca la necesidad de estrechar la colaboración entre ayuntamientos, patronales y sindicatos, y la de estos con las administraciones estatales y autonómicas, para desarrollar políticas a largo plazo. «La vocación industrial», comentaba Roselló respecto a la Vall d'Albaida, «debe perfilarse con acciones encaminadas a consolidar esta vía», resumía ayer.

Así, los sindicatos reivindican la importancia de la formación, tanto universitaria como a través de los ciclos de FP, a la hora de procurar la creación de personal cualificado. Una vía que Ontinyent, el principal foco industrial de la Vall d'Albaida, ya abrió a finales de enero con la puesta en marcha de un informe de necesidades de personal entre las empresas locales, y que ponía de relieve la falta de trabajadores con estudios específicos. Roselló valoró muy positivamente, en este sentido, la creación por parte de la Conselleria d'Educació de los consejos comarcales de FP, destinados a ajustar la oferta de ciclos a las necesidades de cada territorio. El sindicalista, por otro lado, también destacaba la necesidad de fomentar colaboraciones como el pacto territorial Ontinyent-Alcoi-Ibi «y darles apoyo para que sus efectos se noten en el conjunto de las comarcas», puso ayer como posible ejemplo. «De esa alianza industrial entre territorios que comparten características, infraestructuras y un mercado laboral similar, pueden salir cosas muy positivas», concluía.

Sobre el sector primario, motor económico principal de muchas de las localidades pequeñas que pueblan la Vall d'Albaida y un antídoto contra la despoblación que acecha, Roselló destacó la importancia de «consolidar» el empleo que genera estrechando los lazos que unen la agroalimentación y producción agrícola con la industria. «Puede producirse un desequilibrio si no se aborda», determinó.

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