Ser de Xàtiva y no conocer aunque fuera de vista a Ignacio era prácticamente imposible. Los últimos años, por ser un incansable vendedor itinerante de décimos de lotería que se pateaba la ciudad varias veces al día. Y los más de 40 anteriores por haber trabajado de camarero en una docena „tal vez más„ de conocidos bares, terrazas y cafeterías de Xàtiva y alrededores como l'Encobert/Alan'Bon, Moncho, Mavi, San Remo... Tanto de manera continuada como de refuerzo de la plantilla en picos de actividad como el verano o la Fira d'Agost. Ignacio ha fallecido a los 73 años tras una larga dolencia. Su misa funeral tuvo lugar ayer en la parroquia de La Merced, tras ser velado en el tanatorio Servisa.

Ignacio era setabense de adopción; llevaba más de 50 años establecido en la capital de la Costera, adonde llegó en el año 1968. Nació en la localidad extremeña de Torremayor (Badajoz). Era instalador de bares, y tras venir a Xàtiva a montar Casa Floro, en la plaza del Mercat, conoció a la que sería su esposa, Mª Dolores Durán. Era padre de seis hijos: Ignacio, Franju, César, José Luis, María Dolores y Vanesa, y tenía siete nietos. El 17 de agosto del año pasado, él y su esposa renovaron su matrimonio en la Seu de Xàtiva con motivo de sus bodas de oro. El hermano de Ramón es un conocido empresario de Badajoz. Y en una de sus visitas a su familia, en un acto social en su tierra de origen, Ignacio y su mujer tuvieron la oportunidad de charlar distendidamente y fotografiarse con el presidente de la Junta de Extremadura, el socialista Fernández Vara (en la imagen que ilustra esta pieza).

Tenía una muy característica voz aguda y un brazo con movilidad reducida, algo que no le impidió jamás ser un profesional de la bandeja muy apreciado. Ni tampoco el difícil ejercicio de desgajar un décimo de otro a través de la línea troquelada, sin rasgarlo. En los bares ya se le echa de menos.