La Llosa de Ranes, donde la fiesta fallera ha alcanzado grandes cotas de celebración con cuatro comisiones, el aplazamiento de les Falles decretado por la Generalitat Valenciana por el coronavirus (COVID-19) ha sido acogida con responsabilidad, atendiendo a que la cuestión sanitaria está por encima en estos momentos. Representantes de la Junta Local Fallera del municipio, encabezada por su presidente, así como falleros y falleras de las cuatro comisiones (las fallas Sant Josep, La Primera, Plaça Major y Casc Antic) se reunían anoche para abordar la suspensión de la fiesta y las medidas a llevar a cabo.

El gobierno de Evarist Aznar ha puesto a disposición de las comisiones las dependencias municipales para guardar aquello que sea necesario y el primer edil expresó ayer la «total colaboración» del consistorio con las comisiones en lo que necesiten. La Llosa de Ranes celebraba el pasado sábado la Crida, con la participación de las cuatro fallas. La Cavalcada del Ninot, prevista para el próximo sábado, ya no se celebrará, así como tampoco el resto de la programación: el Recorregut Faller del día 17, la Ofrena del día 18 y el Dia de Sant Josep y la Cremà de los monumentos falleros del día 19.

Responsabilidad y salud general

Evarist Aznar apelaba a la «responsabilidad» y afirmaba que «hay que actuar desde la responsabilidad y mirar por la salud de las personas», sentenció. El primer edil señalaba que la suspensión de las Falles «es una decisión que supera al propio ayuntamiento, es una orden de la Generalitat y hay que cumplirla», insistió. El primer edil avisaba que «pueden adoptarse más medidas si el ritmo de contagio va creciendo», aunque también llamaba a la calma y apuntaba que las medidas, tanto sanitarias y de contención, están siendo efectivas. El alcalde de la Llosa de Ranes reconocía que «es duro suspender unas fiestas como les Falles», por «la ilusión, el trabajo realizado y lo que supone a nivel económico, pero el mundo fallero es comprensivo», dijo. Aznar, que recordaba que les Falles se han aplazado, auguraba que «encontraremos otra fecha, buena para todos, para celebrarlas».