El alcalde, Fede Vidal, se emociona al hablar de ello y pensar en la espontánea y genuina muestra de solidaridad que ha surgido entre sus vecinos y vecinas. Alfarrasí, un pequeño municipio de la Vall d'Albaida, está, como todo el país, encerrado en casa. Pero no ha querido perder el contacto con el resto de la sociedad. Así, alrededor de cuarenta habitantes de la localidad -y cada día son más- están trabajando cada día para confeccionar mascarillas de prevención frente al coronavirus. Un esfuerzo transversal que ha unido a todos los sectores de la población en una iniciativa plenamente altruista.

La idea surgió en los grupos de WhatsApp que comparte la población, que se han convertido en únicos centros de reunión en la crisis del coronavirus, y pronto se apuntaron muchos vecinos y vecinas. El empresariado local de Alfarrasí puso a disposición de los voluntarios el tejido no tejido y otros materiales necesarios -también máquinas de coser a quienes no tenían una en casa-; estos últimos, mientras, se organizaron en grupos de cinco personas para que el contacto personal en la cadena de producción fuera el mínimo necesario. En el consultorio local, como último paso, esterilizan las mascarillas, requisito que el departamento de salud Xàtiva-Ontinyent, con el que Fede Vidal se puso en contacto, demandaba para poder usarlas.

"Estoy muy, muy contento. Porque por un lado, la gente se está quedando en casa. Y segundo, porque aun así, han querido implicarse y brindar su ayuda en esta situación. Pienso en las vecinas mayores cosiendo, y quien no tiene máquina, corta o repasa... Realmente es emocionante", explica Fede Vidal a este diario. El trabajo empezó a finales de la semana pasada, y sigue este lunes, cada vez con más voluntarios sumados a la causa. Una forma de pasar la pandemia, dedicados a ayudar a quien peor lo está pasando.