Xàtiva, una ciudad eminentemente comercial, está dejando estos días, con el estado de alarma, una estampa atípica e insólita en sus calles y zonas comerciales. La actividad comercial se ha desplomado con el cierre de numerosos establecimientos y locales y zonas como la Plaça del Mercat, donde se ha suspendido el mercado ambulante de los martes y los viernes, y donde los bares y pubs, antes llenos por el tardeo, ahora permanecen cerrado, dejan una plaza y calles adyacentes completamente desiertas, vacías. Una estampa que alcana a ejes comerciales como el de Botigues en el centro histórico, o de las calles del Eixample setabense, así como al centro comercial Plaza Mayor, también con los establecimientos cerrados.