Unos fardos de cocaína aparecieron ayer por la tarde en un cargamento llegado a la sede en Montaverner de una importante empresa conservera de la Vall d'Albaida. Los trabajadores que descargaban el contenedor -que arribaba directamente de la aduana, según explican, procedente de las Islas Mauricio- se encontraron por sorpresa entre las conservas con unos paquetes envueltos en un plástico negro. Al abrir uno de ellos descubrieron que contenía una sustancia en polvo blanca, con lo que avisaron inmediatamente a la Guardia Civil, tal y como han explicado a este diario fuentes municipales.

Agentes del cuerpo y funcionarios de Vigilancia Aduanera de la Agencia Tributaria se desplazaron a la nave y se llevaron consigo el cargamento de droga, que según han informado esta misma tarde, ascendía a un total de 370 kilogramos de cocaína. La técnica empleada para introducir la droga ha sido la que se conoce como "gancho perdido", según ha detallado la benemérita. Consiste en contaminar un contenedor que sirve para el tráfico comercial legítimo introduciendo en su interior, sea en origen o en un puerto de transbordo, unas mochilas con la sustancia estupefaciente, para después recuperar la droga.

La Guardia Civil ya ha puesto en marcha la investigación pertinente para esclarecer el contenido, procedencia y propiedad de los fardos, aunque de momento no se ha producido ninguna detención.