Una Semana Santa atípica e insólita, y en cierto modo histórica, es la que se va a vivir en Benigànim, municipio con gran tradición en esta celebración sacra. La emergencia sanitaria derivada del Covid-19 impedirá que las ceremonias litúrgicas en los templos, procesiones y vía crucis puedan llevarse a cabo. Pero no por ello va a dejar de ser semana santa ni a realizarse tales manifestaciones religiosas, y todo ello gracias a entusiastas iniciativas como las de Don Antonio Martínez López, cura párroco de la Parroquia San Miguel Arcángel de Benigànim que días atrás invitó a todo el pueblo a colocar en los balcones ramas de olivos o cualquier hoja verde de plantas que los vecinos tuviesen por casa; el Domingo de Ramos, Don Antonio subió a lo alto del campanario y las bendeció. Una ceremonia que realizó ante un pueblo expectante, aplaudiendo en los balcones y terrazas la realización del rito que marca el inicio de la semana santa. Tras la bendición, el párroco celebró la eucaristía, en la que los feligreses pudieron participar desde sus casas a través de la señal de radio y el canal de YouTube de la parroquia.

Esta va a ser una Semana Santa "extraña", indicó el párroco de Benigànim, para el que es la primera que vive en esta población de la Vall d'Albaida. Don Antonio manifestó sentirse triste por haber de celebrar las liturgias en solitario y con las puertas de la iglesia cerradas. No obstante, al mismo tiempo insistió en pedir a todos los fieles que se queden en casa, y que sigan desde sus hogares todas las celebraciones que se irán emitiendo por radio y redes desde la parroquia y el convento de las Agustinas Descalzas de manera alternada .

Sin ninguna duda, en este tiempo de confinamiento los balcones y las terrazas de Benigànim se han convertido en el punto neurálgico de la vida social de los ciudadanos. Don Antonio ha invitado a adornarlos con un mantel blanco el Jueves Santo y con un crucifijo el Viernes Santo, en conmemoración de los actos que se celebran.

Por otra parte, la cofradía del Cristo de la sangre, la Dolorosa y el Santo Sepulcro de Benigànim, por segundo año consecutivo, no podrán sacar a procesionar sus imágenes, ya que el año pasado el temporal de lluvia ya impidió el normal transcurrir de los actos de la Semana Santa.