La propuesta del gobierno central de retener y gestionar los ahorros municipales por los años de buena gestión y contención «es una muy mala noticia porque tira por tierra las políticas responsables de los gobiernos municipales en tiempos de mayores dificultades y peores contratiempos», ha manifestado el alcalde de la Font de la Figuera, Vicent Muñoz, de Compromís. Esta medida «además, impediría que el ayuntamiento adopte medidas de carácter social y económico, especialmente ahora que se nos avecina un momento tan complicado» con las consecuencias de la crisis sanitaria por la expansión de la covid-19.

La Ley de Estabilidad Presupuestaria se ha mantenido vigente desde el año 2011 «y continúa afectando negativamente la capacidad de inversión de los ayuntamientos y, en consecuencia, impide mejorar en el bienestar de las personas», insisten desde el consistorio.

En el caso de la Font de la Figuera «no solo es injusto sino que nos parece que es un castigo a quienes hemos gestionado correctamente, mientras que se premia a quien lo ha hecho mal. ¿Por qué no reclaman el dinero del rescate de la banca como alternativa a las medidas que quiere implementar el gobierno central?», se pregunta. Muñoz asegura que «defenderemos nuestros intereses como pueblo, pensando siempre en las personas que vivimos y queremos convivir en la Font de la Figuera». Es por ello que el gobierno municipal propondrá en la próxima reunión de portavoces buscar el consenso de todos los grupos municipales para que esta protesta emane de un acuerdo unánime.

Exención de la tasa de terrazas y más espacio

Por otro lado, el Ayuntamiento de la Font de la Figuera anuncia que está estudiando adoptar como medida urgente la exención de la tasa, es decir, no pagar por ocupación pública de los bares y restaurantes de la localidad. El equipo de gobierno y la oposición han acordado, según un comunicado oficial, que se apruebe en el próximo pleno una «disposición adicional» a la ordenanza de terrazas que ampare esta decisión. A partir del próximo lunes podrán reabrir los establecimientos hosteleros (bares, restaurantes, etc) dentro de la fase 1. En esta nueva fase solo podrán disponer de las terrazas para la prestación de su servicio, y con una restricción de ocupación del 50% del espacio para poder cumplir con las normas de seguridad sanitarias. Es por ello que el ayuntamiento estudia otorgar licencias de terrazas a los establecimientos para pasar de los doce metros cuadrados y tres mesas de terraza mínima, a habilitar terrazas de unos sesenta metros cuadrados con nueve mesas, teniendo en cuenta que, como marca la ordenanza, la ocupación en fines de semana o festivos se pueda ampliar (máximo 300 metros cuadrados). Según han manifestado los hosteleros, «todos están de acuerdo con la propuesta y coinciden en que en esta situación se agradece la implicación del ayuntamiento», ha señalado el equipo de gobierno en el mismo comunicado.