Efectivos de la Guardia Civil de Benigànim junto con el equipo del Seprona de Ontinyent han recuperado un Guacamayo valorado en 2.000 euros que se le había escapado a su propietario. Estaba en Quatretonda. Agentes que vigilaban días atrás el cumplimiento de las medidas dictadas en el estado de alarma como consecuencia del coronavirus recibieron un aviso de un vecino de Quatretonda que informaba de que había una persona tirando piedras en la calle por detrás de unas naves abandonadas. Al personarse los agentes, se encontraron con una persona que les explicó que llevaba desde las 10 de la mañana en ese lugar porque se le había escapado un Guacamayo al que le tenía mucha estima y que se encontraba extraviado por los pinares de la partida Camí Serra. El hombre tenía otro guacamayo consigo que estaba utilizando como reclamo.

Los efectivos sugirieron al propietario del animal que tratase de buscar palos, cañas u otro tipo de utensilios similares para poder acceder desde lo alto de un terraplén hasta la rama donde se encontraba el guacamayo. La patrulla continuó prestando servicio hasta que esta persona se hiciera con más elementos para poder iniciar las maniobras.

Una hora más tarde, recibieron la llamada del dueño del animal indicándoles que ya tenía utensilios para intentar la captura. En este proceso se unió un vecino de la misma localidad en el rescate. Tras varios intentos de llegar hasta la rama donde se encontraba el guacamayo, éstos resultaron infructuosos. En un momento determinado, el animal se puso a volar y se desplazó hasta una zona más llana y de más fácil al acceso. Pero tras varios intentos de acceder hasta el animal, nuevamente se volvió a escapar esta vez a una zona más lejana.

Se le pidió al propietario que se quedara en esa zona, observando que no se moviera el animal, mientras los agentes, junto con el otro vecino colaborador, se desplazaron en vehículo al otro punto, ya que había que bordear todo el canal para poder cruzar al otro lado de la vaguada. Al llegar allí, la persona que colaboraba bajó primero por una zona escarpada seguido de uno de los agentes, hasta dar con el árbol en el que se encontraba el ave. Al no estar en una rama muy alta, se consiguió escalar e interceptar al animal. Tras una maniobra lenta para poder bajar del árbol con el animal, los agentes lo resguardaron en el vehículo oficial hasta la llegada de su propietario al lugar. El dueño agradeció la labor de los agentes, ya que pensó por instantes que ya no volvería a tener consigo al guacamayo.