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El relevo de los ediles de Compromís no altera el pacto de gobierno de Benigànim

Los ediles Calero y Sanchis dejan el cargo pero el acuerdo con el PSPV-PSOE sigue «al 100%»

El pacto de gobierno en Benigànim entre socialistas y Compromís pierde de una tacada a todos los integrantes de una de las dos partes: los ediles nacionalistas Josep Calero y Joan Sanchis. La renuncia se hizo pública en el pleno de la pasada semana, y se sustanciará en la sesión urgente de hoy (20.00 horas). Está previsto que releven a los ediles dimitidos Ferran Llario y Mª Carmen Alabort, números 3 y 4 de la lista de 2019. La renuncia de las dos personas con las que el PSPV-PSOE selló un acuerdo „no exento de dificultades, al principio„ no va a poner en peligro ahora la estabilidad municipal, ya que las salidas de Calero y Sanchis se deben a motivos estrictamente personales; en concreto, a una sobrecarga de trabajo que les impide dedicar horas a la gestión municipal, según señaló ayer en declaraciones a Levante-EMV Calero.

En principio, los dos regidores entrantes gestionarán las mismas áreas de gobierno que sus predecesores: Transparència, Govern Obert, Educació, Cultura y Medi Ambient. De todas formas, dada la «buena sintonía» que desde el equipo de gobierno aseguran que reina entre ambas formaciones, tampoco se descarta una ligera recomposición de estas funciones si fuera necesario más adelante. Esas mismas fuentes aseguraron ayer a este diario que el pacto «se mantiene al 100%» y que es un relevo «verdaderamente por razones personales en ambos casos, sin trastienda política», según insistieron. Calero corroboró ese extremo. Y señaló que «es un relevo de personas pero no de partidos; Compromís estaba hasta ahora en el gobierno de Benigànim y lo estará a partir de hoy también pero con otros concejales diferentes», resumió el hasta ahora regidor, quien destacó que Llario y Alabort han aceptado «de inmediato y sin ningún problema» relevarles en sus respectivos cometidos, por lo que «la continuidad del pacto de gobierno es un hecho», sentenció.

Pocos ponen en duda que, efectivamente y pese a que Compromís y el PSPV estuvieron a punto de no pactar, la renuncia de Calero y Sanchis no tiene otras connotaciones. Y es que, por un lado, el cabeza de lista confesaba ayer a este diario que «la familia, el trabajo y el ayuntamiento son demasiados frentes» y se le había hecho un poco cuesta arriba compatibilizarlo todo. Mientras que sobre Sanchis, que trabaja en el departamento autonómico que dirige Enric Nomdedéu, en València, Calero recuerda que ya se presentó con la condición de «abrir camino», pero su recorrido iba a ser corto puesto que ya viene de mandatos anteriores. «Iba a estar poco más de un año como concejal, así que al renunciar yo hemos creído oportuno que la dimisión coincida en el tiempo», explicó ayer. Además del relevo, en el pleno de hoy se abordará la ampliación de la plantilla de la Policía Local.

El acuerdo se hizo esperar

La buena sintonía entre nacionalistas y socialistas no fue inmediata después de las elecciones del 26-M del pasado año. De hecho, la alcaldesa, Amparo Canals, que perdió la mayoría absoluta de la que gozaba en el mandato 2015-19, gestionó los primeros meses en minoría: sus seis ediles frente a los cinco del PP y los dos de Compromís. Tuvo que llegar diciembre para que ambas partes sellaran un pacto de izquierdas cuyas condiciones, por parte de la formación valencianista, eran que el programa de gobierno estuviera muy detallado y las funciones, totalmente repartidas.

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