La residencia de estudiantes universitarios puesta en marcha por el Ayuntamiento de Ontinyent en el histórico barrio de la Vila ha agotado las ocho plazas disponibles y ha abierto una lista de espera para nuevas solicitudes, para el próximo curso que comenzará en septiembre.

La residencia de estudiantes de la Casa de la Vila es un inmueble municipal ubicado en la calle Trinitat, reformado por el consistorio a través de los planes de empleo. La vivienda está disponible para estudiantes universitarios del campus de Ontinyent, estudiantes de Formación Profesional, becarios y ayudantes universitarios, que pueden alquilar las habitaciones a precios por debajo del mercado, según recalcan fuentes municipales. El precio es de 80 euros mensuales por dormitorio, incluidos los gastos de luz, agua y limpieza de zonas comunes. Está regulado por una ordenanza municipal aprobada por el pleno.

El edificio consta de 300 metros cuadrados de superficie, repartido en planta baja y tres alturas, con un total de ocho habitaciones y estudios, cuatro salones-comedor equipados con cocina office y cuatro cuartos de baño, además de una lavandería y una terraza. El inmueble cuenta con un completo juego de mobiliario y electrodomésticos como televisores, lavadoras, vitrocerámica, hornos eléctricos, microondas y neveras.

Apoyo a estudiantes

El concejal de Educació, Óscar Borrell, manifestaba ayer que «contar con esta residencia nos permite apoyar a los estudiantes con menos recursos, al tiempo que continuamos ofreciendo ventajas al alumnado que opta por nuestra ciudad para formarse y estudiar». Borrell también evidenciaba que «el impulso al campus universitario incluye ofrecer titulaciones de elevada demanda como Infermeria, Ciències de l'Activitat Física i l'Esport, Magisteri o ADE, así como otros servicios complementarios». El regidor añadía que Ontinyent «posibilita el acceso a alquileres a precios ventajosos, o contar con una atractiva oferta de servicios y ocio como la que hemos venido ofreciendo en los últimos años», remarcaba Borrell. Por su parte, el concejal de Joventut, Jordi Vallés, subrayaba que la residencia «además también ayuda a dinamizar y rejuvenecer el barrio de la Vila, y dotarlo de nueva vida y actividad», concluía Vallés.