La polvareda que levantó la planta de tratamiento de residuos de Barxeta, que ni siquiera ha llegado a poner su primera piedra, tiene pocos antecedentes en el entorno de la Costera, la Canal de Navarrés y la Vall d'Albaida. Desde el mismo día en que la promotora inició los trámites para instalar el vertedero, a finales de agosto de 2018, la esfera política del territorio y la sociedad civil, con el apoyo de organizaciones ecologistas, plantearon una resistencia que ha acabado dando sus frutos, con los trabajos técnicos por medio.

El Ayuntamiento de Barxeta se posicionó en contra de la instalación del vertedero en su término municipal desde la primera de las reuniones que celebraron con la promotora, en febrero de 2018. Hubo tres encuentros en dos meses, en los que la postura no cambió; cuando, a pesar de esto, Servicios Medioambientales de Valencia inició el expediente en agosto, el consistorio de Barxeta reaccionó de inmediato y se puso a trabajar para presentar los pertinentes recursos administrativos contra el trámite. Ecologistas en Acción intervino en esos primeros días con un recurso de alzada contra la admisión a trámite del expediente, exigiendo un Estudio de Impacto Ambiental previo a la instalación del vertedero.

A principios de septiembre, los alcaldes de Llocnou d'En Fenollet y El Genovés se unieron a Barxeta en su reivindicación e iniciaron las reuniones con la Conselleria de Obres Públiques i Vertebració, a las que trasladaron el rechazo frontal de la población y de sus representantes municipales —con acuerdos de pleno unánimes en contra de la actividad— a la planta. El presidente del COR y alcalde de Xàtiva, Roger Cerdà, se posicionó también contra el vertedero, como «iniciativa privada que no forma parte del Pla de Gestió de Residus», y del que denunció que invadía las competencias del Consorci de Residus en la gestión de residuos domésticos que llegan a los ecoparques.

Más allá del trabajo de la esfera política en el ámbito burocrático, la gente de a pie de las tres localidades también levantó la voz para protestar contra la instalación de un vertedero en sus pueblos. Primero, con una recogida de unas 2.500 firmas que registraron en la oficina del PROP en Xàtiva. Luego, con la organización de la plataforma No a l'abocador de Barxeta, a través de la cual vertebraron sus protestas. Desde septiembre de 2018, unos días después de que se hiciese público que el inicio de los trámites para la instalación del vertedero, iniciaron manifestaciones para detenerlo. El año pasado seguían en la calle.