Hay negocios, paradas y feriantes que, por no fallar a la Fira d'Agost de Xàtiva durante décadas, han logrado un puesto privilegiado en el imaginario popular de la celebración: el bar Moncho, Bastones Martínez... Y entre las atracciones, el tiovivo de la centenaria marca La Setabense, els cavallets, es para muchos la imagen de la Fira d'Agost. Pedro Tortosa, nieto del Pedro Tortosa que montó e inauguró el carrusel a principios del siglo pasado en la misma Fira, pasa estos días en su casa de Guadassuar. El tiovivo está parado desde marzo, no ha acudido a Xàtiva por primera vez desde que empezase a rodar, y no cuenta con instalarse en ningún sitio en lo que queda de año. El sector de los feriantes está pasando por la peor crisis de su historia, y Tortosa afirma, con gesto grave, que «mucha gente no podrá resistir todo un año parados», según explica.

La atracción de La Setabense aguanta, de momento y a la espera de la próxima temporada, si bien la crisis del coronavirus ha acabado de ligar el final de la empresa a la jubilación de Pedro Tortosa y su hermano: «Mi hija está estudiando un grado superior, ella y su novio han escogido otra vía profesional. Y lo celebro. Es triste que esto se acabe, pero los sentimientos van por un lado, y el dinero por otro. El coronavirus ha sido la puntilla», explicaba ayer a este diario el feriante.

La temporada alta de las atracciones se prolonga de abril a octubre. Y para el carrusel de La Setabense, el mes de agosto era «un no parar», según Tortosa, al encadenar la semana de la Fira d'Agost de Xàtiva con la Feria de Albacete y ésta con la de Gandia. Las tres se han cancelado, como la práctica totalidad de las ferias del territorio valenciano, fueran de un par de días o de una semana entera. «No tenemos nada, ningún evento a la vista», señalaba Pedro Tortosa.

A pesar de que los camiones, las casetas y las piezas de La Setabense permanecen en el almacén, los seguros y otras tasas no han sido anuladas y han seguido pagándose este año. Aun así, Tortosa aseveraba que sale más a cuenta tener las instalaciones cogiendo polvo, que probar suerte en alguna de las ferias que sí que han abierto. Él mismo ha podido comprobarlo tras instalar un tiovivo en la Feria de Atracciones de València, empresa que ya calcula que va a arrojar pérdidas al cabo del mes durante el que permanecerá abierta. «Ayer (por el lunes) ingresó 75 euros, cuando en condiciones normales se pueden ingresar 250 o 300», comparaba. Con los gastos acumulados de luz, gasoil, el alquiler de la plaza y el sueldo de los encargados, que se han mantenido frente a unos ingresos en caída libre, Tortosa esperaba unas pérdidas netas a final de mes «de unos 1.500 o 2.000 euros», vaticinaba.

¿Una feria alternativa?

Similar suerte han corrido sus hermanos feriantes de la Setabense en las otras ferias abiertas este verano. «En Dénia, por ejemplo, ya ven que van a perder más dinero que yo», señalaba Pedro Tortosa. No obstante, con la ayuda del consistorio, en otros sitios puede que el golpe no sea tan grande: «En Guardamar del Segura la recaudación está siendo de un 20 o 25 % de lo que es habitual. Pero el ayuntamiento ha eliminado algunos gastos y el alquiler de la ocupación de espacio, por ejemplo, no se pagará. Con los gastos reducidos, puede que no todo sean pérdidas». No deja de ser una rareza dentro de otra excepción: la regla esta verano ha sido no celebrar ninguna feria.

Para mitigar la falta de ingresos, el mismo Tortosa propuso al Ayuntamiento de Xàtiva, contó ayer, la celebración de una feria de atracciones en las fechas de la Fira d'Agost o en otro momento del mes. «Les dije que abriesen un espacio y que no cobrasen las plazas, como en Guardamar del Segura. Nosotros hubiésemos colaborado bajando los precios de las entradas, y por supuesto mantieniendo todas las medidas de seguridad sanitaria». Con el número de contagios al alza, la propuesta cayó en saco roto. Tras la Fira d'Agost, Albacete y Gandia, los tiovivos de la Setabense se habían hecho habituales también en la Plaza Mayor de Madrid en Navidad. No han recibido ninguna llamada, así que tampoco esperan acudir esta vez. «Nos conformamos con perder solo el 2020, y volver a rodar el año que viene», concluía Tortosa.

Créditos para no cerrar el negocio

De momento, la Setabense ha aguantado el parón en la actividad de este 2020, aunque Pedro Tortosa informaba ayer que se ha visto obligado a pedir créditos «para ir navegando y salvar el año». Aseguraba que el sector va a necesitar ayudas urgentes en pocos meses, al ser uno de los gremios más afectados por la crisis: no pararon tan solo durante el Estado de Alarma, su actividad ha cesado el resto del verano. «La administración habrá de hacer algo», pidió.