Los 38 voluntarios y voluntarias del programa municipal de vigilancia preventiva Ontinyent contra el Foc han superado este verano las 800 horas de vigilancia sin incidencias destacables pese a las altas temperaturas de las últimas semanas. El programa, que se puso en marcha el pasado 15 de junio, se mantendrá hasta el 13 de septiembre, aunque podría prorrogarse si fuera necesario.

Bea Velasco, una de las voluntarias, explicaba que a la hora de hacer un turno de vigilancia de cuatro horas aproximadamente, siguen un protocolo en el que actúan con colaboración del observatorio forestal de Vallada, central desde la que se controla la zona y a quien avisan cuando comienzan y cierran un servicio. «La colaboración es esencial para poder hacer nuestro trabajo lo mejor posible y es una satisfacción poner nuestro grano de arena para ayudar al medio ambiente», aseguraba Velasco. Toni Cambra, uno de los voluntarios más veteranos, con siete años de experiencia, señalaba que «aunque el término de Ontinyent sea muy extenso, con 7.000 hectáreas de sierra, priorizamos zonas para ser tan efectivos y eficientes como sea posible». Así, indicaba que las zonas más vigiladas son La Solana y la Ombria.

Por su parte, Tono Sanchis, un voluntario que se ha incorporado recientemente al programa, incidía en que la ciudadanía «está muy comprometida con la lucha contra los incendios». La regidora de Sostenibilitat, Sayo Gandia, agradecía «la implicación y el trabajo» de los participantes en el programa, «que llevan a cabo una labor importantísima en la protección de nuestros bosques y sierras».