El alcalde de Xàtiva da respuestas fáciles a retos como el convertir Santa Clara en ese espacio para el estudio de la figura de Raimon. Quizá contribuya a su optimismo que la Generalitat ha comprometido su apoyo, sustanciado en la amistad personal del president, Ximo Puig, con el cantante. Los varios frentes que conlleva gestionar semejante legado obligan al consistorio que preside Cerdà a no demorar ninguna decisión.

¿En qué momento se produce el anuncio concreto de la donación y de qué modo?

Fue en septiembre, hace un año. Raimon se puso en contacto con el president de la Generalitat y conmigo y acordamos una primera reunión. él había tenido un primer contacto telefónico con Puig. Y ya en ese primera reunión, él nos explica sus intenciones y, enseguida, comienza gestarse lo de la donación.Ese es el momento concreto. Pero a partir de ahí se inicia un proceso posterior, de muchos meses de trabajo. Estaba todo a punto para poder darlo a conocer ya en marzo o abril, pero evidentemente la pandemia nos obligó a posponerlo todo.

Supongo que paralelo a la alegría hay algo también de responsabilidad, de mucha responsabilidad, ya que la donación obliga a hacer muchas cosas.

Puig delegó enseguida la gestión en nosotros y en una de las personas de su equipo. Y sí, desde ese momento yo contactaba ya casi semanalmente con Raimon y Annalisa. De hecho, estuve viajando un par de veces al mes a Barcelona para concretar cosas con ellos. Tenían la idea de promover un centro de actividades culturales que no fuera un museo; que albergara toda su donación y que ésta se pueda exponer, sí, pero que sea a la vez un centro para el estudio de la trayectoria de Raimon así como un espacio de dinamización cultural de la ciudad. Ya habían descartado la entrada de la Generalitat catalana; no tanto la entrada del Ayuntamiento de Barcelona, con quienes sí tienen una buena relación. Y a partir de ahí comienza a modularse la propuesta. También había que buscar, primero que nada, espacios próximos al lugar en el que nació Raimon. Todo eso comenzamos a trabajarlo y le propusimos alternativas; le señalamos pros y contras de lo que nos planteó.

¿Qué espacios propuso?

El tema de la sede es algo que nosotros dirigimos desde un primer momento ya que la idea es vincularlo a espacios que hoy por hoy sean factibles. Básicamente, porque hay también la voluntad manifiesta de Raimon, que en diciembre cumple 80 años, de verlo terminado; de poder asistir a la finalización plena de esta obra. Son conscientes, él y su esposa, de esa situación y, por lo tanto, piden verlo y que le demos celeridad a todo. De ahí, precisamente, que orientamos la ubicación en espacios que, bajo nuestro punto de vista, eran más adecuados y más sencillos de tramitar. Porque, por ejemplo, se sopesó por sugerencia de Raimon la posibilidad de comprar varias casas, lindantes, y ubicarlo todo allí tras juntarlas y rehabilitarlas. Eso comporta una serie de trámites, además de la compra, que complicarían lo que Raimon y Annalisa desean precisamente: la máxima celeridad en todo el proceso.

Y aparece Santa Clara

Efectivamente, aparece Santa Clara y la idea les parece magnífica porque, además, supone un paso más en la recuperación de nuestro patrimonio. Recuperación de las que suponen, asimismo, ponerlo en uso, que es la mejor manera.

Pero la rehabilitación también es necesaria en Santa Clara...

Bueno, la fundación, además, se tiene que autogestionar económicamente. Habrá una gran inversión inicial por parte de las administraciones públicas, pero luego, dado el patrimonio personal del matrimonio que ambos aportan con esta donación, y dada la actividad que generará la fundación, ésta tiene que llegar a autogestionarse completamente. Con lo cual, parece que todo cuadraba con la elección de Santa Clara porque cuando visitaron el convento les encantó el espacio, vieron que el patio puede jugar un papel importante; ellos quieren que también haya actividades de carácter popular y que el centro no vaya exclusivamente destinado a una élite cultural. Y que sea un centro abierto totalmente a la ciudad donde se pueda promover todo tipo de actividades culturales.. Y el patio, además del edificio, facilita esa idea. Total, que la ubicación cumple con todas esas expectativas.

¿Cuál es la distribución prevista, aproximadamente?

La idea es que el centro tenga un espacio escénico, una especie de pequeño auditorio con capacidad para unas doscientas personas; una zona de archivo, una zona de estudio de la figura de Raimon donde estaría su biblioteca, sus documentos, sus discos... también una zona en la que pueda haber exposiciones temporales, que es ahí donde la Generalitat y el Gobierno central pueden ayudarnos más. También estaría la colección permanente, la de sus obras de arte.

Dio la impresión en un principio de que era dificultoso casar la idea del futuro Palau de Justícia y el centro de estudios, porque en definitiva van al mismo edificio aunque separadamente...

Son dos cosas totalmente diferentes, que irán a su propio ritmo. La construcción del nuevo edificio del Palau de Justícia ha de estar acorde a lo que es el edificio antiguo, pero es de nueva planta. Y en ningún caso, la Generalitat requerirá el uso del resto del espacio, del convento propiamente dicho. Hay más que suficiente con el espacio cedido a Justicia. Y también sus accesos están claros, con la puerta principal por la Albereda. Por tanto, no hay problema ninguno en eso: son dos proyectos independientes que pueden convivir perfectamente. Además, al ser un edificio administrativo si hubiera actividades en el patio pues tal vez será los fines de semana o por la tarde y la noche, mientras que los juzgados tendrían su actividad de lunes a viernes por las mañanas.

¿La elección disipó del todo las dudas sobre esa parte de Santa Clara todavía sin destino?

Sí. Admito que la compra fue una inversión hecha por el Ayuntamiento de Xàtiva que estuvo acompañada, tal vez, de cierta incertidumbre ya que dices: bueno, lo hemos comprado pero no sabemos aún para qué. Pues bien, ahora y en un tiempo reducido, apenas desde diciembre de 2018, ya tenemos los usos completamente definidos con el juzgado y con el centro de estudios de Raimon.

¿La iglesia de Santa Clara como se integra al proyecto?

En principio, el lugar escogido para ese auditorio es la propia iglesia, claro. Porque además reúne todas las condiciones. También hay que ver qué tipo de restauración se hace de la iglesia: si se devuelve a su configuración inicial y se vacía todo el espacio, parecido a como se hizo en su momento en Sant Pere. Es decir, se retiran elementos posteriores y se deja el aspecto original. Pero bueno, se ha de ver más detenidamente cómo será el proceso de restauración.

Barato y fácil no será...

Otra de las ventajas de Santa Clara es que, pese a que estamos hablando de una inversión importante, en torno a los ocho millones de euros, a los que se le tendrá que sumar el equipamiento posterior, hasta llegar a unos diez millones, creo que es una obra asumible. Costaría mucho más si el edificio tuviera problemas estructurales, si hubiera que hacer una gran obra de reconstrucción complementaria... Pero diferentes arquitectos que han entrado y lo han evaluado nos dicen que el edificio necesita una completa restauración, sí, pero no tiene problemas estructurales. Eso nos evita cosas muy costosas como por ejemplo rehacer el techo, reedificar, reforzar...

¿Qué financiación hay planteada para todo ello?

La financiación vendrá, básicamente, a través de las administraciones públicas. Y ya se han comprometido a financiarlo. No por parte del Ministerio de Cultura, que ayudaría en otras cosas pero no en esa, y sí de la Generalitat y la Diputación de Valencia. La intención es agilizarlo todo al máximo con una especie de Pla Edificant: el Ayuntamiento de Xàtiva recibirá el dinero de estas administraciones, pero ejecutará y dirigirá las obras. Y por eso nuestra intención es que, en este ejercicio todavía, poder licitar ya la redacción del proyecto.

¿Qué plazos manejan? ¿Puede estar todo en tres años tal vez?

Aquí caminan en paralelo dos circunstancias. Por un lado y primero, la constitución de la Fundació Raimon i Annalisa, que aunque sea un trámite, ha de aprobarse todavía en un pleno la integración a la misma del ayuntamiento, y con nosotros, de la Diputación y de la Generalitat, y por otro está la rehabilitación. A la fundación no se le cederá el espacio hasta que esté totalmente rehabilitado. Por tanto, el reto principal es que en los presupuestos de la Generalitat y de la Diputación para 2021 aparezca ya dinero para la rehabilitación. Pero previo a todo ello, nosotros tenemos la posibilidad de ir trabajando con la futura licitación del proyecto, con la idea... Para, en definitiva, tenerlo todo muy avanzado cuando nos llegue el dinero. Habrá un concurso de ideas, hablaremos con arquitectos, debatiremos...

¿Entonces la donación de sus bienes aún tardará?

No, no, no. De hecho, esa es una de las cuestiones que ya planteamos, y ellos tienen la voluntad de que sea así: que su colección podamos tenerla antes. Se hizo un trabajo de valoración y catalogación inicial de toda su biblioteca, su cartelería, sus archivos... Todo eso ya está más o menos inventariado, pero falta hacer la ficha de todos y cada uno de los documentos. Cuando se haga ya pueden llegarnos aquí a Xàtiva cosas como la biblioteca o su colección de arte, que quedarían en depósito. Asimismo, el ministerio dice que en octubre quieren sentarse con nosotros y plantear una especie de acto en Madrid para dar a conocer y promocionar la fundación no sé si ya con una primera exposición...

¿Cómo se ha gestado el patronato y su composición?

La fundación se articula en torno a un patronato en el que hay dos partes: la parte decidida por Raimon y Annalisa. Y la parte pública. La presidencia la ostentan ambos, y a partir de ahí las administraciones tenemos representación: el alcalde de Xàtiva, el president de la Generalitat, el de la Diputación... Cada administración designa a tres personas.

¿Ellos ya han dicho quiénes serán sus componentes?

Sí, los tienen decididos pero no los ha hecho públicos aún. A parte, hay miembros honoríficos por voluntad de Raimon y Annalisa de que así fuera. Son las dos sociedades musicales, La Primitiva Setabense y la Música Nova, y la Asociación d'Amics de la Costera, así como el músico Francisco Perales, director del Cor de la Generalitat.

De Xàtiva Unida sabemos que la acogida es buena, pero ¿cómo lo ha sido desde el PP y Ciudadanos, no muy afectos a Raimon?

Hice partícipes de esta decisión a todos los grupos políticos antes de hacerlo público. Convoqué a cada uno de los portavoces y les expliqué la idea de manera totalmente detallada. Entiendo que este es un proyecto de ciudad, al que creo que debemos sumarnos todos. Y la acogida fue positiva. E intuyo que en que los pasos que vayan dándose tampoco haya problema y todas las votaciones vayan resolviéndose por unanimidad, porque sea el partido que sea, creo que estamos ante un gesto de generosidad que honra a la persona que lo realiza y que beneficia de manera indudable a Xàtiva.

Ha visitado, dice, muchas veces su vivienda, sitio muy reservado porque ambos son muy celosos de su intimidad.

Varias, varias veces he estado ya... Muchas, diría yo. [Ríe].

¿Cómo es? ¿Es un sitio lleno de cuadros, de libros...?

Sí, un poco sí. Bueno, es una vivienda que refleja una vida llena de historia; que refleja la dimensión de una figura que ha llevado su música por medio mundo. Y de todo ello hay constancia con cosas curiosas, no sé, como por ejemplo un cartel de una actuación en Japón con textos en japonés, claro, o de otra en Estados Unidos... También refleja mucho esa vida de estudio, de su interés por la literatura con una biblioteca magnífica. Y también su interés por el arte contemporáneo, con obras de artistas que, además, han tenido una relación con Raimon y Annalisa: Heras, Alfaro, Tàpies, Saura, Miró... Es un piso con una decoración yo diría que moderna, nada recargado. En realidad, son varios pisos unidos; tres en total. Ubicados en una zona muy céntrica de Barcelona.

¿Ve ilusionado a Raimon?

Sí, mucho. Ambos tienen muchas ganas de que esto salga adelante y que salga muy bien. Y sí, están muy ilusionados. Y muy agradecidos por nuestra respuesta, municipal y de la Generalitat, y la atención que se les presta en todo. Yo diría que más que ilusionados, les he visto hasta entusiasmados. Pero, evidentemente, quieren, como nos pasa a nosotros también pero a ellos más, que la celeridad de todo lo que haya que hacer a partir de ahora sea la máxima.