Siempre había sido una molestia, pero este verano se ha transformado en un auténtico „y literal„ dolor de cabeza. Los problemas de ruido en las calles de Canals han sido en los últimos meses un sinvivir para muchos vecinos y vecinas del municipio, y las protestas ante el ayuntamiento se han sucedido por un fenómeno, el exceso de decibelios, que se ha exacerbado desde el desconfinamiento. Ante esto, el gobierno municipal lanzó a principios de julio una campaña de control de la sonoridad sobre las motocicletas, a todas luces las principales culpables del exceso de ruido. Ahora, quieren ir un paso más allá con un proyecto más ambicioso con el que pretenden cortar de raíz el problema: una zonificación acústica de Canals, el estudio de la contaminación sonora por todo el casco urbano. Para realizar este estudio, el consistorio acometerá dos actuaciones en los próximos meses: en primer término, el análisis de las causas del ruido; luego, un mapeado de los puntos insalubres, los que sobrepasen los límites que marca la legislación al respecto. La concejalía de Medi Ambient y la Policía Local de Canals se reunieron el pasado lunes para planificar la primera de las dos actuaciones; según avanzó ayer a este diario Clara Chorques, concejal titular del área, en los meses de octubre y noviembre técnicos municipales y agentes de la Policía Local se distribuirán por diferentes puntos del casco urbano. «Medirán el sonido de las motocicletas y los coches, otros posibles focos, y también el ruido ambiente en varias zonas, por la mañana, por la tarde y por la noche, para comprobar si entran en los parámetros permitidos, detalló la regidora. El mapa acústico de Canals, un documento con el que cuentan la mayoría de grandes ciudades, se elaborará ya el año que viene.
El ayuntamiento, según informó Chorques, prevé contratarlo a una empresa externa especializada. «Servirá para completar el estudio del ruido y tener un documento fiable en el que basarse de cara a acometer posibles acciones. No tenemos identificado ningún punto insalubre acústicamente, no hay industrias ni actividades contaminantes en este sentido, pero las quejas de los vecinos y vecinas no pueden ser ignoradas», expresó la regidora. Durante la campaña de control de la acústica de las motocicletas, la Policía Local de Canals efectuó un total de treinta denuncias a propietarios de motos, mientras el consistorio lanzaba campañas de concienciación contra el exceso de decibelios. No obstante, el problema persistió, según han hecho ver los vecinos y vecinas de la localidad. De momento, la concejal de Medi Ambient afirmó que estos controles de motocicletas seguirán; para el año que viene, con el proyecto de zonificación acústica completado, el consistorio de Canals se lanzará a abordar las posibles soluciones, de mayor calado. «Regular el tráfico, convertir Canals en un municipio a 30 km/h, un mayor control sobre los vehículos... En función de lo que se desprenda del estudio tomaremos una medida u otra», ejemplificó la regidora Clara Chorques. Un proyecto que espera, por fin, acabar con los problemas de ruido de Canals.
