El gobierno de Rotglà i Corberà ha lamentado la pintada homófoba con la que su autor o autores taparon el emblema arocoíris rotulado en la calzada, cerca del colegio Virgen del Socorro. La pintada —una gran bandera Japón— sabotea el paso de peatones decorado tiempo atrás con los característicos colores de la bandera que representa al colectivo LGTBI. La agrupación socialista local, a través de Joves Socialistes, ha condenado enérgicamente lo que consideran «un acto visible de homofobia e intolerancia, además de un claro y brutal ataque a los derechos humanos», explican desde el colectivo, al mismo tiempo que rechazan todo tipo de manifestación homófoba en cualquier sentido y situación.

El Ayuntamiento de Rotglà i Corberà, que el pasado mes de junio ya había izado la bandera arcoíris y llevado a cabo una campaña bajo el lema L’orgull del teu poble, el teu orgull, había optado por dotar al municipio de espacios de visibilidad hacia los derechos del colectivo, reconvirtiendo los pasos de viandantes en banderas multicolor representativas de ello con el objetivo de reforzar el discurso del derecho a la igualdad.

El actual secretario general de Joves Socialistes de Rotglà i Corberà y concejal de Juventud, Deportes, Cultura y Medio Ambiente en la corporación municipal, Abel Martí, ha criticado los hechos y manifestado su repulsa ante una actuación que considera «una muestra más del discurso del odio que está contaminando el debate político y social». El edil aclara que el paso de cebra decorado se había decidido situar en la calle de acceso al colegio público «para que las niñas y niños del centro pudiesen educarse en un entorno que no estigmatiza a quienes quieren amar con toda libertad», apunta el joven concejal, quien expresa además que «la pintada [superpuesta encima, para anularla] no puede ni normalizarse ni asumirse como un acto de vandalismo más, sino que se trata de una reacción de quienes quieren volver atrás en el tiempo», según ha señalado.

Martí, asimismo, opina que «el hecho que se haya realizado frente al centro educativo no es algo casual, y pone de relieve que estamos muy lejos aún de la verdadera igualdad», canalizando su deseo hacia «la necesidad que tenemos para que las y los jóvenes encuentren referentes para conseguir ser personas más libres cuando sean adultos», resume. El munícipe resalta que «cada expresión de homofobia es un gran retroceso para unas niñas y niños en pleno proceso de creación de su identidad, además de no podernos permitir que miles de personas sigan sufriendo al ser señalados como diferentes por elegir su propia vida».