La pandemia de la covid-19 ha tenido consecuencias en incontables ámbitos. Incluso el paisaje urbano empieza a adaptarse. Y es que a la entrada de los edificios públicos han comenzado a aparecer unas pasarelas que parecen sacados del set de rodaje de alguna película futurista. La comisaría de la Policía Nacional en Xàtiva cuenta desde esta semana con uno de estas máquinas, arcos de desinfección contra la Covid-19, donado por Hidrovital. Esta empresa, desde su planta en la capital de la Costera, se ha convertido en una de las referencias en la Comunitat Valenciana y España en la fabricación de estos arcos anti-coronavirus, que ya ha instalado a la entrada de edificios desde la misma Xàtiva o municipios vecinos hasta de países de Sudamérica: «Estamos en tres hospitales de la República Dominicana, en Ecuador, en hoteles de Cabo Verde...», listaba ayer José Ramón Guerola, gerente de Hidrovital, que definía al aparato como una «puerta de prevención».

El aspecto futurista de estos arcos hace honor a sus prestaciones, que de tan variadas resulta hasta mareante someterse a ellas Según detalló Guerola a este periódico, cuando una persona pasa por el arco, la máquina trabaja a tres niveles distintos. En primer término mide la temperatura corporal con un termómetro digital láser y comprueba si la persona lleva o no mascarilla gracias a un dispositivo de reconocimiento facial. En caso de que no la porte, o si detecta fiebre, la puerta realiza un aviso sonoro para que se le impida el paso. Al mismo tiempo, con dos luces ultravioleta practica la desinfección de la mascarilla y de cualquier objeto, como una gorra, que el caminante lleve de hombros hacia arriba. Su alfombrilla también limpia el calzado. Y por último, la máquina lanza una nube de agua ozonizada que desinfecta al sujeto y su ropa desde los hombros hasta sus pies. De este modo, la persona que accede al espacio protegido por el arco de desinfección queda completamente limpio, minimizando el riesgo de que impregne de coronavirus alguna superficie.

Explicaba José Ramón Guerola que Hidrovital empezó a desarrollar su arco antes incluso de que llegase la pandemia, como apuesta por un método de desinfección ecológico al no usar productos químicos. «Hemos readaptado la máquina diseñándola como puerta e implementando el termómetro digital, pero es básicamente lo que ya hacíamos antes», sintetizó. Según pudieron comprobar en sus primeros test, la desinfección que practica el arco es «hasta mil veces más potente» que el cloro, la solución que se ha empleado de manera generalizada para limpiar los espacios públicos. De ahí el éxito de esta propuesta que, desde Xàtiva, empieza a ocupar un espacio en vestíbulos de todo el mundo.