Toca hacerse fuertes en casa». El Olímpic quiere tener opciones de ascender a la Segunda B. Ha renovado su plantilla, ha fichado creo que bien, pero de momento hemos salvado un punto in extremis en Crevillent y ganado a falta de cuatro minutos del final en Benigànim. Eso tenemos en nuestro haber. Merecimos más o no merecimos tanto castigo ante Intercity y Eldense, pero al final lo que queda es el resultado. O sea, que no íbamos por el camino esperado. Empleo un tiempo verbal pasado porque espero que hayamos encontrado la senda correcta hacia los objetivos marcados.

Algún que otro añadido hemos tenido a lo estrictamente deportivo, a lo que ha pasado en los terrenos de juego, porque, Uche se perdió la semana pasada los entrenamientos y ha vuelto este miércoles, y, ni entrenador, ni directiva sabían con certeza cuándo volvería. Afortunadamente ya ha vuelto al trabajo lo que evita tener que tomar decisiones no esperadas a estas alturas de la temporada.

«Toca hacerse fuertes en casa». Me lo ha dicho Frangi. El partido aún será a puerta cerrada pero se juega en casa, y como insisten unos y otros, el rival, complicado (no hay quien regale un partido), es «de los que hay que ganar». Y eso es lo que me asusta un poco: en una liga tan corta, en su primera fase, las cartas están sobre la mesa y no caben sorpresas. El Olímpic debería no cometer errores, aprovechar mejor las oportunidades, resolver el partido antes de los últimos cinco minutos, consolidar nuestro juego, y de paso, darles una alegría a sus aficionados.

Y seamos optimistas y responsables. Si cumplimos las directrices marcadas y los datos de la pandemia no empeoran, posiblemente nos podamos volver a reunir en un campo de fútbol en breve, y mejor hacerlo con la ilusión de una lucha por el ascenso, que decepcionados y enfadados por los malos resultados. Único resultado válido este domingo: ganar.