Corría el año 1961 y en su segunda temporada en el Elche CF, Iborra trataba de prolongar sus exitosos comienzos como goleador en el Mestalla, el Valencia CF y el Sporting de Gijón. Se lesionó un defensa, y Juan Ramón, el entrenador, aceptó la sugerencia del de Xàtiva: para no trastocar la composición del equipo, bajó a la zaga. Ese día murió el atacante y nació el defensa central. Y no cualquiera, «el mejor de España». Palabras textuales de Alfredo di Stéfano. El jueves por la noche, a los 88 años y aquejado de una severa demencia y de múltiples problemas de salud asociados moría el histórico futbolista setabense. Nacido en 1932, Vicente Iborra Richart disputó 347 partidos en primera división. De ellos, 340 completos, según la estadística oficial. Terminó sus días deportivos en el Olímpic de su ciudad, junto a otra estrella local que también vino a colgar las botas, Ramón Miralles, quien —curiosamente— también fue jaleado en su día por la Saeta Rubia, que ordenó ficharlo para reforzar el Español.

Aunque su paso por el Valencia CF no fue nada desdeñable, Iborra triunfó en el Elche CF. Disputó once temporadas —de 1960 a 1961— como franjiverde y en Altabix coincidió con figuras como el paraguayo Cayetano Re o como su paisano Francisco Ballester. El futbolista que da nombre a uno de los pabellones polideportivos de Xàtiva llegó a Elche con 20 años, en 1966. Y estuvo cuatro temporadas hasta que su talento deportivo le llevó a fichar por el Real Madrid. Iborra permanecería aún una temporada más en Elche, hasta los 39 años.

En las once temporadas de Iborra en Elche los alicantinos llegaron a ser un club grande. Por ejemplo, en la temporada 1964-65, a las órdenes de Heriberto Herrera, el equipo llegó a ocupar el liderato y terminó la liga en quinta posición. Pero el hito más recordado por la hinchada ilicitana fue la final de la Copa del Generalísimo de 1969, contra el Athletic de Bilbao, a la que el Elche llegó tras eliminar al Córdoba en octavos, al Valencia en cuartos y a la Real Sociedad en semifinales. El partido se disputó el 16 de junio en el estadio Santiago Bernabeu, y pese a que el Athletic era el fiero rey de copas con futbolistas míticos en sus filas como Iríbar o Rojo, el partido fue muy igualado. De hecho, el único y definitivo tanto (1-0) llegaría en el minuto 82 obra de Javier Clemente.

Antes de aquella final, Iborra disfrutó de una etapa particularrmente brillante en el Elche de la mano de Otto Bumbel, exentrenador del Atlético de Madrid y el Sevilla. Coincidieron cinco temporadas en el Elche, donde también estuvieron figuras emergentes como Marcial, que llegaría a jugar en el Barcelona; Asensi, que luego fue figura en el Barça, o el citado Ballester.

El legendario Alfredo di Stefano se enfrentó en numerosas ocasiones como delantero a Vicente Iborra en la defensa. El Real Madrid es el equipo al que en más oportunidades se midió el de Xàtiva, 29 veces. Su solidez defensiva era de las que marcaron una época. Así, en el cenit de su carrera, todo indicaba que Iborra volvería a la selección española en plena madurez, tras haber disfrutado de una única internacionalidad en 1957. Pero tras no ser convocado para el mundial de 1966 de Inglaterra, con 34 años, Di Stefano, tras la derrota de España en la liguilla de grupo contra Argentina y Alemania dijo a la prensa sobre la ausencia de Iborra: «Nos hemos dejado al mejor central de España».

De su etapa en el Valencia cabe señalar que Iborra llegó al Mestalla con 21 años en la temporada 1953-54. Dejó el club un año después y fue rescatado por el filial en la 55-56. Tras dos temporadas en segunda con el Mestalla, en la temporada 56-57 debuta con el Valencia CF en primera división. Disputó 14 partidos junto a futbolistas como Pasieguito, Quincoces o Mestre, y fue el máximo goleador con 14 tantos. Pero el Valencia queda mal clasificado y decide fichar al brasileño Walter. Ello provoca que en la siguiente temporada, la 57-58, solo juegue dos partidos. Sin embargo, es su momento de mayor despegue y es seleccionado en el equipo nacional B, disputando la III Copa del Mediterráneo y algunos amistosos. Uno de ellos contra Grecia. Ficharía por el Sporting de Gijón, donde dejó destellos de gran goleador durante dos temporadas más.

En 1971 deja el Elche y anuncia su retirada. Pero decide jugar dos años más en el Olímpic, en tercera y con Miralles. Tenía 39 años y fue una etapa crepuscular en la que disputó una promoción de descenso para salvar la categoría. Miralles y él se retiraron el mismo día. Iborra tenía 41 años e inició entonces su etapa como entrenador y ojeador (Olímpic, Mestalla, Ibiza, Ontinyent...) hasta que a los 45 se pasó a la banca, como director de una sucursal. Se jubiló en 1987.

Su esposa falleció hace un mes

El pasado 25 de octubre fallecía a los 84 años Pilar Casanova Hostench, esposa de Iborra. El matrimonio deja cinco hijos, María Pilar, Enrique, Reyes, Javier y Alejandro; ocho nietos y dos bisnietas. En 2013 la hija mayor, Pilar, que fue pionera como dirigente deportiva al presidir desde 2001 y hasta el fin de sus días el CF Plus, fallecía con 52 años tras una larga dolencia. En 2007 el Olímpic de Xàtiva rindió homenaje a Iborra con un partido ente exjugadores del Olímpic y del Valencia CF. En 2016, el Elche le entregó una placa en reconocimiento a su trayectoria en este club. Y en 2017 tuvo la que sería su última aparición pública, en el homenaje de la Associació Esportiva Murta a los exfutbolistas de primera y segunda de Xàtiva. Su funeral será hoy sábado a las 11 de la mañana en el tanatorio Servisa. El alcalde de Xàtiva, Roger Cerdà, mostró sus condolencias , así como el Valencia CF y el Elche CF.