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Vecinos de Bocairent recogen firmas contra el nuevo plan de movilidad

El ayuntamiento recuerda que las medidas pasaron por un proceso de consulta

A la izquierda, el carril bici habilitado en la calle Alcoi, con una pendiente muy pronunciada. A la derecha, alumnos del CEIP Lluís Vives a la salida de clase, ayer por la tarde | PERALES IBORRA

Vecinos de Bocairent recogen firmas contra el nuevo plan de movilidad

La puesta en marcha del nuevo Pla de Mobilitat Urbana Sostenible de Bocairent ha despertado el malestar de parte de la ciudadanía de la localidad. Prueba de ello es la recogida de firmas que algunos vecinos y vecinas han promovido contra los primeros efectos de este proyecto de reordenación urbana. Con el objetivo de habilitar carriles bici en diversos puntos del casco urbano, se han reducido los puestos de aparcamiento en varias calles y se ha tenido que reformular el sentido de circulación en otras tantas vías. Las medidas empezaron a reflejarse en la ordenación urbana de Bocairent el pasado 25 de noviembre, y desde entonces los vecinos no han dejado de protestar contra ellas. Ante ello el consistorio, a través de su concejalía de Trànsit, emitió ayer por la tarde un comunicado en el que recordaba que la renovación del plan de movilidad contó con un proceso abierto de participación ciudadana, en el que entre otras cuestiones se consultó a la población sobre la habilitación de estos carriles bici.

El espíritu con que se proyectó la renovación del plan de movilidad de Bocairent era la apuesta por la sostenibilidad, y la voluntad de priorizar el peatón y de promocionar el uso de vehículos no contaminantes. Pero en la práctica, la fotografía de las calles es contundente: por ejemplo, para la apertura de un carril bici en la calle Alcoi —una vía con una pendiente muy pronunciada—, se ha tenido que establecer un doble sentido de circulación en la contigua calle Alfafara. Además de la reducción del número de plazas de aparcamiento, los vecinos de la zona hacían hincapié en que esta reordenación ha aumentado la peligrosidad de la intersección de esta calle con la avenida Joan de Ribera. De hecho, este lunes hubo una colisión entre una furgoneta y un turismo en ese punto.

Los portavoces de la oposición en Bocairent suscribían el malestar ciudadano por cómo se han desarrollado las propuestas del plan de movilidad. «La orografía de Bocairent es la que es. No estamos en Ámsterdam, es difícil encontrar calles llanas en las que se pueda circular con bicicleta», aseveraba Toni Belda, del grupo municipal del Partido Popular, que también ponía en duda la idoneidad de la adquisición de bicicletas eléctricas anunciada por el consistorio: «Las subvenciones son irrisorias, cubren una parte pequeña de su coste, por lo que habrá que invertir más dinero». Alicia Blasco, portavoz de Compromís, criticó la puesta en marcha de aparcamientos con limitación temporal en zonas «ya muy saturadas» y la reducción de plazas en vecindarios «con muchas fincas, y una densidad alta, donde esto es problemático», según sus palabras.

Ambas formaciones se abstuvieron en la votación para refrendar el nuevo plan de movilidad —aprobado con los votos del PSPV-PSOE, partido en el gobierno—, pese a que participaron en su elaboración. El PP, que contribuyó con decenas de propuestas, justificó su abstención final porque había «importantes sectores del casco urbano que se quedaban fuera de la ordenación», según Toni Belda. Alicia Blasco, por su lado, sostenía que para su partido, la implantación del plan debía realizarse «poco a poco»: «Al final se están cambiando muchas cosas, muy rápidamente, y eso es un peligro», expresó la regidora.

Sobre este punto, la concejalía de Trànsit admitió ayer que las medidas «no se están implementando como sería deseable, sino según la disponibilidad de los proveedores», debido a que dependen de una subvención de más de 100.000 euros que debe ser justificada antes del 20 de diciembre. «No nos queda más que pedir un poco de paciencia y, especialmente, disculpas», apuntaba el comunicado, firmado por el concejal Josep Maria Beneyto. Con todo, Compromís y PP optaban por revisar el plan de movilidad. «La participación ciudadana en su elaboración fue muy baja, no sirve de aval. Habría que explorar medidas que de verdad a vecinos, sin perder el espíritu del plan», concluyó Belda.

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