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El número de residentes en el extranjero se ha duplicado en los últimos diez años

En municipios como l’Olleria la cifra de emigrantes se ha triplicado

Vista panorámica de Ontinyent captada desde el Torrater, en una imagen de archivo. | LEVANTE-EMV

Entre las múltiples consecuencias que la crisis económica del 2008 tuvo sobre la sociedad española se encuentra el aumento de la emigración, sobre todo juvenil, ante la falta de perspectivas laborales. Un fenómeno que resulta aún más grave en aquellos territorios que ya viven un proceso de despoblación. Con el mundo ya entrando en otra recesión económica, la provocada por la pandemia del coronavirus, es el momento de echar la vista atrás y comprobar en qué medida la crisis del 2008 contirbuyó a la desertización demográfica con la emigración. En el caso del territorio de las tres comarcas, los datos son alarmantes: el número de personas censadas en poblaciones de la Costera, la Canal de Navarrés y la Vall d’Albaida que residían fuera de nuestras fronteras casi se ha doblado en la última década. Según el Institut Valencià d’Estadística, a 1 de enero del 2010 había 1963 vecinos de las tres comarcas en el extranjero; diez años después, el primero de enero del 2020, la cifra ascendía a 3717 personas. El saldo final es de 1754 emigrantes, que decidieron abandonar su pueblo natal para probar suerte en otras partes del globo, lejos de casa.

Si se desgrana el dato por comarcas, la Vall d’Albaida ha sido la demarcación que más vecinos ha visto partir. Casi un millar desde 2010. Entonces contaba 780 residentes en el extranjero, cifra que había aumentado a 1769 personas el 1 de enero de este año. La emigración se concentró de 2011 a 2016, y especialmente en el bienio 2013-2014, cuando se fueron 183 y 160 personas. Con escasas excepciones en las localidades más pequeñas de la comarca, algunas de las cuales se han mantenido con el mismo número de emigrados (como el Palomar, con dos residentes en el extranjero) mientras que en otras hay incluso menos (Pinet ha pasado de tener tres en 2010 a dos en 2020), en la gran mayoría de las poblaciones de la comarca se han multiplicado los vecinos que han tenido que marcharse: en el lapso entre 2010 y 2020, l’Olleria ha pasado de 36 a 118 personas emigradas, Albaida de 66 a 129 emigrados, Aielo de Malferit de 10 a 26, Castelló de Rugat de 41 a 76... Incluso en Sempere, el municipio más pequeño de la Comunitat Valenciana han visto cómo se han marchado tres vecinos en la última década; casi el 10 % —si permiten el uso de porcentajes en este caso— de los 34 habitantes con que contaba en el censo de este año. La capital comarcal, Ontinyent, no se ha librado de esta dinámica. De hecho, es la localidad del territorio de las tres comarcas que más residentes ha perdido desde 2010: 487 personas. A 1 de enero de 2020, hace un año, 745 de sus vecinos y vecinas residían en algún país del extranjero.

En 2010, era Xàtiva el municipio con más personas fuera de España, con 383. Y a lo largo de la última década, se han marchado otras 305 personas, con lo que en enero de este año la capital de la Costera llegaba a los 688 residentes en el extranjero. Son más de la mitad del total de la comarca, que contaba 1315 emigrados en 2020, 554 más que en 2010 (con 771 personas residentes en el extranjero). El fenómeno es constante a lo largo de toda la década, con un pequeo pico, como en la Vall d’Albaida, en 2013 y 2014. Y a excepción de Cerdà, la Granja de la Costera y Estubeny, todos los municipios de la comarca han visto cómo se iba más gente de la que retornaba a su localidad natal: en Canals hay ahora 178 personas residiendo en el extranjero, 83 más que en 2010; en l’Alcúdia de Crespins, 55 personas, 23 más que hace diez años; en Moixent 59 emigrantes, 17 más que en 2010; y en la Llosa de Ranes 74, por los 47 registrados en 2010.

En la Canal de Navarrés, quizá por contar con una población más envejecida que la de las otras dos comarcas, el aumento de los residentes que se han marchado al extranjero en los últimos diez años es considerablemente menor: 221 personas, que hicieron aumentar la cifra total de 412 a 633 en el lapso de 2010 a 2020. En los dos últimos años, además, tan solo se han marchado tres y cinco personas, respectivamente. Por municipios, Enguera ha doblado el número de emigrantes (78 en 2010 y 52 en 2020), como también Navarrés (de 60 a 112 residentes en el extranjero). Chella ya contaba con un elevado número de personas fuera en 2010, 104, que en 2020 han aumentado a 146.

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