Regresó a España porque su grave estado de salud era una condena en un país, Venezuela, con la sanidad hecha añicos. Pero de no haber sido por semejante adversidad, Carmen Casesnoves Soldevila seguiría en su cometido pastoral y hubiera fallecido en un destino que ella escogió y al que no renunciaba pese a la insistencia de la familia. Un cometido que inició hace casi cincuenta años como misionera en plena selva amazónica, en Isla Ratón, junto al río Orinoco y con los indígenas yanomami, para trasladarse años después a Caracas capital. Hermana del que fue alcalde de Xàtiva de 1979 a 1983, Manuel Casesnoves, e hija del matrimonio Manuel Casesnoves Soler-Adela Soldevila Galiana (en proceso de beatificación conjunta) la fallecida ha llegado a saborear unos últimos meses de vida, desde julio hasta este domingo, en los que se ha reencontrado con su Xàtiva natal. De hecho, el pasado día 23 dejó las salesianas de Madrid para viajar hasta su ciudad y pasar la Navidad con los sobrinos. Y en su Xàtiva natal ha fallecido, a los 85 años.

José Gascó Casesnoves, sobrino de Carmen y antiguo colaborador del hoy papa Francisco, informó al pontífice del estado de salud de su tía y del inminente desenlace. Y el papa le envío por carta postal una nota manuscrita señalando que «rezo por tu tía Carmen, como me pedías, aunque creo que ella es la que tiene que rezar por nosotros». En la misiva, el papa, que se dirige a Gascó como su «querido hermano», le desea un feliz año nuevo, da recuerdos a su familia y pide que no se olviden de rezar por él. «Que Jesús te bendiga y la Virgen Santa se cuide, fraternalmente Francisco», firma el papa de su puño y letra.

Carmen era la quinta de nueve hermanos, los ya fallecidos Adela (en 2018); Manuel, en 2011; Pilar y Joaquín, este último en 2014. Le sobreviven Dolores, que sigue de religiosa en las salesianas de Alcalá de Henares; Nieves, José Enrique y María. Los nueve hermanos fueron en realidad once porque sus primos Ignacio y Elena Soldevila quedaron huérfanos de padre y madre muy pequeños y fueron acogidos por sus tíos Manuel y Adela. Ignacio Soldevila fue un prestigioso profesor y académico de la Lengua que desarrolló gran parte de su carrera en Canadá, donde murió en 2008.

La Navidad con sus sobrinos

A Carmen le amputaron una pierna a principios de año. Su maltrecha salud —ahora ya sin fuerzas para negarse al regreso— hizo que la familia la repatriase en julio, en un vuelo no sin dificultades por la situación pandémica mundial. Se instaló en Alcalá con su hermana Dolores. Viajó a Valencia y a Torrent a saludar a las hermanas salesianas, y dos días antes de Navidad quiso volver a Xàtiva en un gesto anticipatorio de su cercana muerte. El abad de la Seu, José Canet, ofició ayer su misa funeral. Ya reposa en el cementerio de Xàtiva.