El cierre de oficinas bancarias está afectando a numerosos pueblos pequeños, que ven que esta falta de servicios ahonda más en la despoblación. Barxeta es el último damnificado. El municipio de la Costera se ha quedado sin servicio bancario, después de que anteayer la única entidad financiera que operaba en la localidad retirara el cajero automático que tenía instalado en un local propiedad de la caja, donde hasta hace un año contaba con una oficina física. El desmantelamiento del cajero, unido al cierre de la oficina hace un año, deja a los vecinos, comercios y empresas de esta localidad de 1.600 habitantes sin servicio bancario. También al ayuntamiento, que ya ha anunciado que transferirá sus cuentas a la entidad que se instale ahora en el municipio.

El alcalde de Barxeta, Vicent Mahíques, manifestaba ayer su malestar con la decisión de la entidad bancaria. «Entiendo que atiende a la política de empresa que están llevando a cabo los bancos y cajas, de ir eliminando sucursales y concentrarlas en grandes ciudades, pero aquí en Barxeta la entidad financiera tiene un importante volumen de negocio. Además de vecinos, los comercios, empresas y las tres cooperativas del pueblo operan con ellos y esta decisión ha molestado mucho en el pueblo», expresaba. El propio ayuntamiento opera con la entidad bancaria y Mahíques afirmó ayer que el consistorio «dejará de ser cliente de esta caja y buscará otras opciones más favorables para el ayuntamiento y para los vecinos de Barxeta». El primer edil avanzaba incluso que «ya hemos iniciado los trámites para dejar de ser clientes y hemos contactado con otras entidades para que se instalen en el pueblo. El ayuntamiento traspasará las cuentas municipales y el dinero en efectivo, que es una cantidad importante, a la financiera que esté interesada en prestar servicio en Barxeta».

Vicent Mahíques expresaba ayer a Levante-EMV la «sorpresa» ante el desmantelamiento del cajero. «Contactamos con la caja y nos corroboraron que iban a retirarlo, pero nos dijeron que sería el 31 de enero. Nuestra sorpresa ayer [por anteayer] fue cuando vimos a los operarios desmantelando ya el cajero». Y apuntaba el perjuicio para la gente mayor, sin opciones de desplazamiento a otras localidades y sin acceso a internet.

Servicio con el banco-bus

Con la pérdida del cajero, Barxeta se queda sin entidad bancaria y el servicio lo prestará el banco-bus, el autobús con la unidad móvil de la caja de ahorros que dos días a la semana (los jueves, todo el día; y el miércoles por la tarde) se traslada a la localidad para que los vecinos puedan realizar operaciones financieras. Desde el municipio consideran que este servicio es insuficiente.