El clúster textil sanitario puso ayer en valor las mascarillas higiénicas que confeccionan las empresas de Ontinyent y la Vall d’Albaida que forman parte del conglomerado industrial y defendió que «son tan seguras como las FFP2». Manifestaciones que surgen tras la obligación impuesta en algunos países del uso de mascarillas FFP2. Los industriales replican que «no hay ningún estudio que demuestre una mayor fiabilidad que las higiénicas confeccionadas con materiales certificados por Aitex».
Los empresarios de la Vall han reforzado la fiabilidad y seguridad de las mascarillas higiénicas que fabrican tras adaptar su producción a materiales sanitarios ante la crisis de la covid-19, certificando que las higiénicas están homologadas y cumplen con la normativa UNE 0065. Además, exponen las declaraciones en favor de su uso emitidas por las autoridades de los ministerios de Sanidad y Consumo y la OCU (Organización de Consumidores y Usuarios).
La ministra de Sanidad, Carolina Darias, aseguraba esta semana que las mascarillas higiénicas que se venden en España «tienen un nivel de filtrado superior a las que se comercializan en otros países de Europa». El ministro de Consumo, Alberto Garzón, señaló que las que están recomendadas para las personas sanas son la higiénicas y que el ministerio «se guía por criterios científicos». Desde la OCU apuntaron que las higiénicas «son suficientes para un uso normal y ofrecen mejor respirabilidad», y añadían que la normativa aplicable a este tipo de mascarillas marca que «tiene que cumplir unos requisitos mínimos de eficacia de filtración y respirabilidad que las hace equiparables a las mascarillas quirúrgicas».
Son baratas y generan empleo
El clúster manifestó que las higiénicas «son más sostenibles y no afectan al medio ambiente, dado que se pueden reutilizar y lavar muchas veces». Resaltaron los beneficios para la economía local: «están fabricadas por empresas de casa y generan puestos de trabajo en unos momentos difíciles como estos». Para el Clúster Tèxtil Ontinyent, las mascarillas higiénicas que fabrican «tienen un gran valor añadido, con continua innovación en tejidos y filtros, además de dar una mayor respirabilidad, ser más baratas y reutilizables», concluyeron.
