Los empresarios de la Vall alertan del sobrecoste que asumen por la pandemia

La pandemia de la covid-19 ha obligado a muchas empresas a incrementar los gastos para prevenir los contagios entre sus trabajadores y que el coronavirus no entre a sus instalaciones. Las empresas del sector de la industria, que además algunas han tenido que adaptar su producción a las nuevas demandas de productos sanitarios, han expresado a través de la Plataforma por la Reindustrialización Territorial —que agrupa a las patronales Coeval, de la Vall d’Albaida; Fedac, de l’Alcoià-Comtat ; e Ibiae, de la Foia de Castalla— los «altos costes» que están asumiendo en la nueva situación de la pandemia.

Exponen que la puesta en marcha de protocolos de seguridad para evitar contagios en sus instalaciones y entre sus trabajadores están suponiendo unos elevados «sobrecostes». Desde la plataforma, preguntados por este diario, no han aportado cifras concretas de estos costes, aunque indican que han sondeado a las empresas y que la situación es «generalizada» en el sector y entre firmas de la Vall d’Albaida. La plataforma, y los mismos empresarios, piden a los respectivos gobiernos que tengan en cuenta el «elevado incremento de gastos» que están soportando y que «sean consecuentes» con ello.

Entre los gastos añadidos a los que están haciendo frente, las empresas remarcan que están acudiendo a clínicas privadas para hacer pruebas PCR cuando detectan algún positivo entre sus trabajadores o si hay dudas en cuanto a los síntimas porque «no pueden esperar a que se hagan a través de la sanidad pública, cuya respuesta no es tan rápida». Apuntan que han efectuado «cribados masivos» en las plantillas y exponen que si un empleado da positivo y cumple el protocolo, regresa al puesto de trabajo a los 10 días, pero «vuelve sin que una prueba constate que ya no posee carga viral. Si la empresa no desea correr ningún riesgo debe repetir esa prueba para certificar que efectivamente están en condiciones y no contagiará al resto de la plantilla», exponen.

Otros gastos añadidos que detallan son los derivados de la instalación de mamparas separadoras de metracrilato, medidores de oxígeno y difusores de ozono. También apuntan el coste «importante» en mascarillas —«cada jornada el trabajador recibe las unidades pertinentes para ese día», aseguran—, en geles hidroalcohólicos, en pantallas de protección faciales, alfombrillas especiales para suelas de zapatos, aparatos para medir la temperatura corporal o los costes de adecuación de los sistemas y programas informáticos para el teletrabajo para la división administrativa de la empresa.

Incremento carga salarial

Además, apuntan que el teletrabajo no es aplicable a las unidades productivas de las plantas con máquinas, por lo que han tenido que establecer turnos para distanciar grupos de trabajo y contratar y formar a trabajadores para «evitar que una línea se detenga» por las bajas por covid-19 o por contacto estrecho con algún positivo, lo que, según advierten, «incrementa la carga salarial para no parar la producción». A esto, algunas compañías han añadido gastos para alquilar furgonetas o pequeños camiones para desplazar productos entre sus fábricas, para evitar que dos personas coincidan en un mismo vehículo y en un espacio reducido.

Por ello, afirman que estos «sobrecostes económicos» redundan en una «menor productividad y un elevado incremento de gasto» que, según advierten, las empresas pueden soportar estos «costes añadidos» durante «un periodo de tiempo, pero no de forma indefinida, ya que todas las empresas no tienen el mismo músculo económico». Piden a la administracion que lo tenga en cuenta y aporte recursos para ayudarlos a hacer frente a ellos.

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