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El PSPV y Compromís de Castelló de Rugat se enzarzan por la ordenanza de convivencia

Los valencianistas acusan la «falta de consenso» y el alcalde señala que buscan «crear un marco jurídico y legal»

La ordenanza de convivencia ciudadana ha provocado un nuevo roce entre el PSPV y Compromís de Castelló de Rugat. Los socialistas, al frente del gobierno municipal, presentaron en el pasado pleno la propuesta para la nueva ordenanza, enmarcada en la modificación de ordenanzas municipales. Una normativa que pretende regular infracciones y comportamientos incívicos en el pueblo, como la falta de cuidado de mascotas, el mantenimiento de los solares privados o la mediación en conflictos entre vecinos.

La formación valencianista presentó 36 enmiendas a la propuesta de la ordenanza, criticando la «unilaterialidad y falta de consenso». Apuntó el parecido con la ordenanza de convivencia de Barcelona, recogiendo la local «la aplicación de esta en el metro y la estación de tren, inexistentes en el pueblo». El rechazo de Compromís se centra también en multas que consideran «desproporcionadas», como los 3.000 € por pasear el perro sin correa; que se prohiba la entrada a instalaciones deportivas a menores de 6 años que no vayan acompañados, que Compromís ha pedido suprimir; la obligatoriedad de mantener solares limpios y vallados; y analizar la ubicación y organización de actos festivos con entidades festeras y vecinos. Los regidores Damián Martínez y Míriam Martí expusieron su apoyo a la ordenanza «que garantice la convivencia en nuestro pueblo, pero no entendemos que la elaboración de esta normativa no pase por la participación previa de la ciudadanía y el consenso entre los grupos municipales».

Ordenanza «pedagógica»

El alcalde de Castelló de Rugat, Antonio Esquinas, manifestó a este diario que con la ordenanza pretenden dotarse «de un marco jurídico y legal para afrontar problemas y situaciones que se den en el pueblo, y que hasta ahora no tenemos capacidad para actuar y sancionar si es necesario». El primer edil socialista afirmaba que la normativa «tiene una visión más pedagógica que sancionadora», en relación a las críticas por las multas desproporcionadas. Sobre la participación en la elaboración de la norma, aseguraba que «han participado muchos departamentos» y que la ordenanza incluye propuestas que les han hecho llegar otros grupos municipales, como el PP. Esquinas expuso la «necesidad» de llevar adelante la modificación de las ordenanzas, indicando que «la más actual es de 2006 y la más antigua de 1998. Es necesaria la actualización de las ordenanzas», reiteró. De momento, la propuesta quedó sobre la mesa en el pleno de la pasada semana y se debatirá en la próxima sesión.

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