El derrumbe de la canalización de una casa vacía sería un hecho poco relevante de no ser porque este inmueble está situado en la plaza de su municipio, en pleno centro urbano, lo que hace de estos desperfectos un accidente menos común. Ha ocurrido en Vallés, una localidad de menos de 150 habitantes y que ya ha sufrido desperfectos en otros inmuebles vacíos, quizá el suceso que aflora de forma más palpable los problemas de la despoblación. En este último caso no hubo que lamentar daños personales pese a lo céntrico del suceso, los bomberos acudieron tras la llamada de un vecino solo para echar abajo el resto del canal que no había caído, y el propietario del inmueble actuó rápidamente para limpiar los cascotes.
El consistorio de Vallés ya le ha notificado la necesidad de que afiance la estructura del inmueble en un plazo corto de tiempo, algo a lo que el propietario se ha comprometido. La vieja casa, vacía desde hace años pese a su privilegiada situación en el casco urbano de Vallés, estaba en mal estado cuando el titular actual la adquirió con vistas a reformarla. Demolió el tejado y las paredes interiores y decidió conservar la fachada principal como elemento tradicional. Pero la pandemia llegó en plena tramitación de las obras para levantar de nuevo la casa y el proyecto quedó paralizado. De este modo, durante un año, la casa ha permanecido a la intemperie. Ayer, el propietario trasladó a este diario su compromiso en firme de finalizar los trabajos, y subrayó que el incidente no debía suponer polémica alguna.
Problemas en inmuebles
Por parte del consistorio de Vallés se trasladaba comprensión y alejaban cualquier tipo de enfrentamiento con el propietario del inmueble. Al cabo, el proyecto de obra en esta casa supone para el gobierno municipal alejar la posibilidad de encontrarse con otro caso como el de la casa situada junto a la iglesia del pueblo, en ruinas desde que se derrumbase en el año 2018. «Unos vecinos trataron de adquirirla, pero finalmente se echaron atrás. Estamos tratando de encontrar una solución», explicaba ayer Javier Sisternes, alcalde de Vallés. Según aseguró, el ayuntamiento ha iniciado los trámites para poder completar el derrumbe de la casa, cuyas ruinas siguen siendo un peligro para los inmuebles adyacentes.
