Castelló de Rugat quiere recuperar la Escola Permanent d’Adults (EPA) que tuvo hasta el curso 2013-2014 y que era un referente en la comarca, al dar servicio a la localidad y a otras vecinas. El gobierno de Antonio Esquinas se trazó el objetivo de recuperar este importante servicio de formación reglada y con ese propósito durante la pasada legislatura realizó obras de adecuación en el edificio de las Escoles Velles —ahora Casa de Cultura Carmen Alborch— para albergar en sus instalaciones la futura EPA.
Ahora, con el espacio adecuado, el ayuntamiento ha iniciado el expediente para poner en funcionamiento el centro formativo y ha solicitado a la Conselleria d’Educació la aprobación de la propuesta de las instalaciones y uso de los espacios educativos de la Casa de Cultura para la creación de la Escola d’Adults. El alcalde, Antonio Esquinas, explicaba ayer a Levante-EMV que el consistorio está a la espera de que la conselleria apruebe la Casa de Cultura como edificio para la EPA para poder darse de alta como centro. Esquinas confía en que la tramitación se resuelva cuanto antes y que el próximo curso, 2021-2022, Castelló de Rugat tenga en marcha la EPA. Todo ello, teniendo en cuenta también la situación sanitaria de la covid-19.
Esquinas manifestaba ayer que la Casa de Cultura Carmen Alborch cumple con los requisitos reclamados por conselleria para los espacios dedicados a escuela de adultos. Cuenta con un espacio administrativo, el edificio es totalmente accesible (se han habilitado baños accesibles), disponen de las aulas suficientes para ofrecer la formación — se exigen un mínimo de cuatro aulas— y en el mismo edificio se encuentra, además, la biblioteca. Con todo ello, el gobierno municipal espera que Educació dé luz verde al espacio para crear la EPA y el municipio solicite el alta como centro de formación de adultos. «Un trámite más fácil y rápido. Tendríamos que expresar nuestra voluntad de ofrecer la EPA y habilitar una partida presupuestaria para su funcionamiento. Y ya tenemos un borrador con el plan de formación, con la oferta formativa», avanzaba Antonio Esquinas.
La EPA de Castelló de Rugat comenzó en 2004 y estuvo abierta hasta el curso 2013-2014, cuando el entonces gobierno municipal del PP no tramitó su continuidad —se renueva anualmente— y la conselleria decretó la «extinción de la autorización». El alcalde explicaba ayer que el ayuntamiento ha ofrecido estos años talleres y cursos, «pero notábamos un déficit en la formación reglada, hay demanda de formación en cursos de idiomas y ofimática». Un déficit formativo que Castelló de Rugat quiere resolver ya el próximo curso.
