La aprobación del Plan General de la Font de la Figuera, cuya redacción y puesta en marcha lleva dando vueltas desde el año 2004, reviste ahora de un carácter de urgencia para el ayuntamiento de la localidad de la Costera pues podría ser la única vía para plantear cierta protección para el término de la localidad frente al proyecto de instalaciones fotovoltaicas que se cierne sobre las Terres dels Alforins. El PGE, redactado y aprobado desde noviembre de 2018 —y pendiente desde entonces de su paso por la Comisión Territorial de Urbanismo, trámite que tuvo lugar ayer—, incluye la obligación de que las nuevas líneas de alta tensión que se construyan en el término de la Font de la Figuera sean únicamente subterráneas, una solución de menor impacto que la actuación que plantea el proyecto fotovoltaico, con torres de alta tensión de ochenta metros de altura. Por ello, desde el consistorio fontí se ha querido trasladar a la Generalitat cierta premura en los trámites pendientes, con el objetivo de que estas normas urbanísticas puedan estar aprobadas antes de que se expidan las licencias de obras de las líneas de alta tensión.
Según explicaba ayer Vicent Muñoz, alcalde de la Font, la documentación que depende del ayuntamiento —un catálogo de patrimonio y un estudio acústico— podrían tenerla lista «en menos de un mes». «En total, contando los plazos de exposición obligatorios, calculamos que en unos seis meses podríamos tenerlo resuelto. Pero podría agilizarse si la Generalitat cumple en tiempo con su papel», trasladaba el munícipe fontí, aún esperanzado en que el consistorio pueda tener algo que decir al respecto del proyecto de instalación de explotaciones eléctricas.
Vicent Muñoz protestaba, a este respecto, por el «poco respeto» de las administraciones superiores —en referencia al proyecto del Ministerio— hacia los pueblos pequeños y el suelo rústico y agrícola. «Es muy importante reivindicar el papel de los agricultores como paisajistas. Estas tierras son preciosas, y con las infraestructuras del AVE, las autovías, gaseoductos y ahora las placas solares, se nos trata y destroza como un simple pueblo de paso», aseveró.
