Otra final. No es nada nuevo: iniciada la segunda fase de la liga cualquier tropiezo se paga caro. Solo dos de los seis equipos del grupo formado dependen de sí mismo para conseguir una plaza para la tercera y última fase, y uno de ellos es el Olímpic. El Silla tropezó contra el Benigànim, empató, y el Olímpic estuvo cerca del tropiezo pero lo evitó.

Lo sucedido en Aldaia es para tener en cuenta, y no tan solo por haber ganado, sino porque dejó claro que se quiere y que se quiere desde dentro, no solo con intenciones, deseos, discursos o declaraciones de los dirigentes. Todavía teníamos graba la imagen de un Frangi que se retiró de la Murta cojeando y ayudado, y jugó todo el partido ante la sorpresa de muchos. O la imagen de Uche haciendo bicicleta antes de un partido, y jugó todo el partido pese a muchas semanas ausente. O de un Ekedi al que se le pide tal vez demasiadas cosas en la Murta y que responde con goles. O un resultado adverso, un 2-0 en contra, al que se le da la vuelta. Creo que hay ilusión y compromiso de todos, de los veteranos y de los más jóvenes. Jóvenes que se están haciendo veteranos con la acumulación de minutos, y minutos importantes.

Me quedo con la celebración de cada uno de los goles en Aldaia. Así que vamos a pensar que es posible llegar a la tercera fase, a la del KO, a la auténtica promoción de ascenso. Este sábado se recibirá al Silla, toca ganar el primer partido como local ante aficionados, y de paso dejar lejos al rival y más cerca esa promoción. Si puede…¡no se lo pierda!