Con el horizonte del 2030 como límite para conseguir cuantiosas rebajas en la generación de residuos, diversos ayuntamientos del territorio han implantado en los últimos meses nuevos sistemas de gestión de basuras a nivel municipal. Recogida puerta a puerta, contenedores inteligentes, islas de compostaje… Son varias las opciones para el mismo fin: el perfeccionamiento de la separación para reducir al mínimo el peso de los residuos impropios, los que no pueden reciclarse, en el balance general local. No obstante, estos sistemas conllevan un incremento destacable en el gasto para las arcas locales; por ello, los consistorios demandan rebajas en las tasas que pagan a las entidades supramunicipales encargadas de la gestión de los residuos, que compense el esfuerzo extra que llevan a cabo.
En este sentido, la lupa se posa sobre la tasa del servicio de recogida para los municipios de la Vall d’Albaida, del que se encarga la Mancomunitat de la comarca. Desde Carrícola no dejan de reclamar que esta tarifa refleje «una discriminación positiva» con aquellas localidades que han implantado la recogida selectiva, «ya que se generan menos residuos y por tanto se transportan menos. Nosotros la pusimos en marcha hace seis años, y seguimos pagando la misma tasa que otras localidades que no», señalaba a este respecto Susana Cháfer, regidora en Carrícola. José María Beneyto, concejal de Medi Ambient en Bocairent —que desde finales del año pasado trabaja mediante el sistema de recogida separada puerta a puerta en su Barri Medieval— también señalaba la necesidad de que el ente mancomunado establezca diferentes tasas para el servicio de recogida atendiendo al reciclaje en cada localidad.
Beneyto, por otro lado, también reclamaba al Consorci de Residus V5 «una contención en los gastos» durante los próximos años, para evitar «sobrecargar» a los consistorios que, como el de Bocairent, están renovando sus sistemas de recogida, lo que redunda en que aumente el impuesto al contribuyente. A la larga, se busca que «los sistemas de recogida más eficientes acaben suponiendo una rebaja en las tasas a pagar por el tratamiento», algo que Beneyto esperaba que ocurriese «en los próximos dos o tres años». Sayo Gandia, concejal de Sostenibilitat de Ontinyent —municipio que ha anunciado la implantación de la recogida puerta a puerta para toda la población—, ahondaba en este punto y valoraba que el COR «ha de ir de la mano de los ayuntamientos. Si vamos a pedirle un esfuerzo a la ciudadanía, han de encontrar respuesta en lo que pagan por la tasa de basuras». Gandia suscribía la propuesta de contención de gastos —«Aumentar los costes fijos va en detrimento del objetivo principal en estos momentos»— y avanzaba que se trabajará para que el COR agilice la construcción de plantas de biorresiduos en las comarcas, para rebajar los costes de transporte y tratamiento.
La Font de la Figuera reduce en un 34 % las basuras generadas en cuatro años
La implantación de la recogida selectiva en la Font de la Figuera ha supuesto un descenso del 34 % en la cantidad de residuos generales de la desde el año 2017. Un hito en el camino hacia el porcentaje del 65 % de recogida selectiva que marcan los objetivos de la Unión Europea para el año 2030; de cara al final del 2021, el consistorio proyecta superar ya el 50 % en el índice de basuras separadas. Para ello, a partir del próximo viernes la población iniciará la separación de la fracción orgánica con la instalación del contenedor marrón. Alrededor de 120 familias de la zona de les Coves deberán depositar sus restos de materia orgánica en estos containers, cuyo contenido se destinará a la isla de compostaje municipal. El alcalde Vicent Muñoz trasladaba la certeza de que estos nuevos sistemas y los subsiguientes descensos en las cantidades de residuos «han de trasladarse» a las previsiones de las tasas por localidad, que el COR avanzará en las próximas semanas.
