Pepe Gil es un vecino de 68 años de edad residente en el casco urbano de Xàtiva. Durante las vacaciones y los fines de semana no duda a la hora de acercarse a la parcela de 2.000 metros cuadrados con caseta que tiene en Bixquert para cambiar de aires en esta urbanización emplazada a un paso del renombrado castillo.

Sin embargo, en los últimos tiempos cada vez que llega a su propiedad se encuentra con el rastro que dejan unos «invitados» con los que no contaba: piaras de jabalíes que campan a sus anchas por la zona. «Su presencia se lleva registrando desde hace dos o tres años, pero en tiempos recientes es cuándo se está notando mucho más. Y es todo un peligro, sin dudas», expone.

«Están mucho más activos, prácticamente vienen todos los días. Hay quién dice que siempre han estado ahí, pero Bixquert nunca ha sido zona de jabalíes. Los destrozos son considerables, ellos bajan a comer y se hacen con todo. No se llevan los naranjos de milagro», apunta. «Vienes y ves como todo está hecho un desastre, te dan ganas de cerrar y largarte», lamenta.

También pide al ayuntamiento que tome medidas: «Yo lo tengo todo vallado, pero hay un trozo de pendiente que linda con una finca de al lado y entran y salen por ahí cuando quieren. Creo que el ayuntamiento debería obligar a los propietarios a vallar los terrenos, tal y cómo hicieron en el casco urbano con los solares».

Mari Nieves Milán es titular de una parcela de tres hanegadas en Bixquert. Ayer comentó que «hace tiempo que los jabalíes pasean por la zona, pero el desastre de ahora no lo había visto nunca. Es tremendo. Yo ya tengo miedo, tengo dos nietos pequeños y en verano estamos más tiempo aquí. De hecho, una noche mi hija se cruzó con uno mientras circulaba en coche, en esos casos también pueden ser un problema».

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Los jabalíes destrozan parcelas de la urbanización Bixquert J. L. Llagües / Fotos: Perales Iborra

Sin batidas por la covid

Rafa Taengua es el actual secretario de la sociedad local de cazadores El Orión. Ayer atendió a Levante-EMV y confirmó que en la entidad sí tienen constancia del aumento de la población de este tipo de animales: «Está claro que hay más, lo notamos al ver sus rastros cuando vamos a cambiar bebederos y comederos para perdices, por ejemplo. Este año no se han hecho batidas -encuentros de hasta 50 cazadores- por la covid. Lo último que se hizo es un ‘gancho’-minibatida de 15 escopetas- en febrero y se abatieron dos ejemplares», comentó.

La organización de batidas en el término municipal de Xàtiva ha causado fricciones entre los cazadores y los grupos animalistas. De hecho, en enero de 2019 un grupo de activistas llegó a boicotear una cita autorizada y el tema acabó en el juzgado tras la denuncia presentada por la federación de caza. La problemática derivada por el aumento de la presencia de jabalíes en algunas zonas de la Comunitat Valenciana se ha incrementado en los últimos tiempos. Un vecino de Anna grabó a un ejemplar paseando de noche por las calles del pueblo. Algo similar ocurrió con otro animal que fue visto en el distrito marítimo de València y acabo siendo rescatado en aguas del puerto. Bixquert está mucho más apartado y la presencia de jabalíes es más notoria.