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MATISOS DISCORDANTS

Una desescalada turística mejorable en Xàtiva y el Castell

E sta semana se ha vuelto a publicar la tradicional nota de prensa oficial municipal referida a las cifras de visitas en el reabierto castillo de Xàtiva durante los días festivos de la Semana Santa y Pascua. Como si esta «nueva normalidad», tantas veces anunciada en tiempos todavía de una virulenta y no superada pandemia de la Covid-19, fuera nada más que un guiño y un argumento manido que la tropa de asesores incorpora al vacío ya discurso político, en este caso, el argumentario del gobierno municipal continua con los planteamientos anteriores a esta situación excepcional que va a cambiar para siempre muchos conceptos de la industria turística global tal y como se conocía.

De la interpretación de unas cifras estadísticas, que desde hace muchos años se han convertido en medias verdades tras pasar por el tamiz comunicativo institucional, y más teniendo en cuenta elementos fundamentales como el ya largo cierre perimetral de la ciudadanía de la Comunitat Valenciana -cuestionado como única solución autonómica recurrente a un problema pluridisciplinar- o la incerteza de la meteorología durante bastantes días de este periodo festivo, se puede deducir que casi todo sigue igual que antes en el turismo de Xàtiva, y que los datos de visitantes al castillo se siguen utilizando como signo inequívoco de la gestión política del turismo en la ciudad, tal y como decía en el año 2012 la entonces oposición al gobierno municipal y hoy al frente del mismo. Y es una lástima, porque el adecuado análisis de los datos, con un criterio experto y profesional, serviría para tomar decisiones argumentadas, en un momento especialmente crítico como éste, en el ámbito del ya preocupante retraso de lustros en el lanzamiento y desarrollo turístico de Xàtiva como un auténtico destino.

La voluntad ha sido buena, pero no es bastante. El día a día, a pie de campo, ha evidenciado preocupantes desajustes en esta desescalada turística de Xàtiva, con la reapertura del castillo, tras varios meses cerrado, en los que probablemente se hubiera tenido que planificar mejor la dinámica de una oferta adaptada al cumplimiento efectivo con una aplicación incluso superior a las recomendaciones como garantía y difusión de destino seguro. Una vez más la nota de propaganda en las actuaciones realizadas en el castillo ha ido por delante de la prueba y el ensayo necesarios para corregir previsibles desajustes ante una situación nunca antes experimentada. Y así se han producido fallos en los tornos de acceso y venta de entradas online a castillo o situaciones de peligro, con aglomeración de personas, en el acceso al interior del trenet turístico sin control de temperatura, ni aplicación del gel de manos, ni limpieza de asientos, ni control de la distancia de seguridad en las colas en el entorno de la oficina Tourist Info. Otras ciudades monumentales similares a Xàtiva sí que han cuidado escrupulosamente estos aspectos sanitarios y logísticos conscientes que les va en ello su competitividad turística en este nuevo escenario actual. La falta de información también ha afectado a los profesionales de la actividad turística que necesitaban la reanudación urgente de la actividad con absoluto cumplimiento de la normativa sanitaria y a los que la burocracia municipal no puede poner en estos momentos más trabas en relación con la aplicación de nuevas tarifas, horarios o frecuencia de servicios.

Por supuesto que es buena es la iniciativa de la entrada de Xàtiva en la red de destinos inteligentes de la Comunitat Valenciana, pero la tecnología no lo es todo. Y más si la ciudad entra sin los deberes hechos respecto a la adecuación de su importante oferta turística (apertura y restauración de monumentos y museos, visitas guiadas permanentes institucionalizadas, paquetes turísticos comercializados, central de reservas, etc.). Una vez más se comienza la casa por el tejado. Destinos de esta Red como Avilés, Hellín, Osuna o Jaca podrían ser espejos en los que mirarse.

Porque, a fecha de hoy, y de ello puede dar fe la mala impresión, en bastantes aspectos, que se llevaron los representantes del Círculo por la Defensa y Difusión del Patrimonio Cultural en su reciente visita por el conjunto-histórico de Xàtiva, queda mucho por hacer. Y la ciudad, en este nuevo posicionamiento global turístico postcovid, está llegando otra vez tarde.

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