Enviaban un correo electrónico en el que pedían la colaboración del destinatario para poder cobrar una cuantiosa herenciao un supuesto premio de lotería. También iniciaban las contactos para un supuesto enamoramiento. Usaban la conocida estafa de las «cartas nigerianas» para embaucar a sus víctimas. Siempre acababan pidiendo dinero para el pago de tasas o impuestos para percibir cantidades más grandes o la devolución. Una vez depositado, el rastro se difuminaba.

Un juzgado de Ontinyent investiga la trama. La Guardia Civil implica a ocho personas y las víctimas son residentes en Alemania, República Checa, China y Rusia. La operación ha sido bautizada con el nombre de «Stampu». El equipo de delitos económicos (Editeco) de la unidad orgánica de policía judicial de la comandancia de Valencia ha procedido a la investigación de ocho personas de origen nigeriano, español, brasileño y rumano, con edades comprendidas entre los 30 y 60 años de edad. Se les identifica como presuntos autores de los delitos de estafa y blanqueo.

Las investigaciones se iniciaron en marzo del año 2020 con motivo de la aprehensión de numerosa documentación y efectos intervenidos en una operación previa, denominada Risala. Se estima que llegaron a estafar hasta 20 millones de euros a víctimas de todo el mundo. Tras ser embaucado, el perjudicado realizaba el envío de dinero y este era dispuesto en una sucursal de España por los que ejercían el rol de “mula”, para proceder a su entrega al siguiente eslabón, en este caso un ciudadano de nacionalidad nigeriana a cambio de un pequeño porcentaje. Nunca era devuelto.