Que el departamento Xàtiva-Ontinyent ha esquivado la cuarta ola es un hecho. A la vista está la escasísima incidencia que presenta el virus en estos momentos (con 10,82 contagios por cada 100.000 habitantes según la última actualización por municipios, que lo colocan como el área sanitaria con un índice más bajo de toda la Comunitat Valenciana ) y la ínfima expansión de los contagios en las últimas semanas (apenas 61 poitivos nuevos desde hace un mes en todo el departamento). A estos dos datos cabe añadir un tercero, referente a la parte más negra de la pandemia: el de los fallecimientos a causa del Covid-19. La mortalidad también presenta un descenso importante desde abril: en el último mes, desde la semana de Pascua, el área de salud ha registrado seis muertes por coronavirus.

Durante el primer trimestre, la cifra de fallecimientos en el departamento ascendió a 119, casi una muerte al día, y más de la mitad de fallecimientos ocurridos desde el inicio de la pandemia (220). La comparativa con las cifras actuales representa otro indicador de la buena salud, a efectos pandémicos, con que cuenta en estos momentos el territorio de las tres comarcas: la cifra de fallecimientos mensual del último mes baja en un 85 % con respecto a la media del primer trimestre.

En cuanto a la cifra actualizada de contagios, ayer el balance global bajó en dos casos activos, hasta los 21, merced a los descensos registrados en Xàtiva y Enguera (dos infecciones menos en cada población) y a las subidas de Ontinyent y l’Alcúdia de Crespins (un caso activo más en cada localidad).

Por otro lado, diecinueve vacunas de Pfizer contra el coronavirus quedaron inutilizadas la semana pasada debido a un apagón en la zona del consultorio auxiliar de la Seu, que dejó sin energía durante algunas horas al congelador en el que se almacenaban las dosis. Salut Pública repuso las diecinueve vacunas y el proceso de inmunización en Xàtiva no se vio afectado por el suceso.