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Reactivar Valpark con fondos de la UE absorbería cerca del 90 % del desempleo de la comarca

La Mancomunitat de la Costera aprueba el «pacto por el desarrollo industrial», que sitúa al fallido proyecto ubicado en Vallada como un resorte para la recuperación económica de la zona

Cartel descolorido del proyecto, en una imagen de archivo. perales iborra

Reactivar el macropolígono industrial Valpark, ubicado en el término municipal de Vallada junto a la A35, siguiendo criterios de innovación y sostenibilidad con los fondos Next Generation de la Unión Europea (UE) se convertiría en el escenario perfecto para solucionar gran parte de los problemas de desempleo que azotan a la Costera en la actualidad. Así se desprende del análisis técnico que fundamenta «el pacto por el desarrollo industrial» de la comarca que ayer aprobó la Mancomunitat por unanimidad.

Las previsiones apuntan a la creación de 5.114 puestos de trabajo si entrara en funcionamiento la fallida iniciativa, divididos entre los 4.514 que pertenecen al sector industrial, 530 que se generarían en las empresas encargadas de los usos dotacionales del macroparque y 100 más relacionados con los usos terciarios.

Teniendo como referencia que la última estadística oficial -datada a finales del pasado mes abril- atestigua la existencia de un grupo de 5.890 personas sin trabajo en la comarca, la puesta en marcha de Valpark cubriría cerca del 90% de dicha cifra, convirtiéndose en todo un respiro para el estrato laboral de la Costera.

«Aprovechamiento integral»

Por otra parte, también se realiza una estimación de los puestos de trabajo que se generarían con el «aprovechamiento integral» de las capacidades del sistema industrial de la comarca. El dato, en este caso, casi se multiplica por cuatro, vaticinando la creación de 19.757 trabajos.

Para la puesta en marcha de las iniciativas del «pacto comarcal por el desarrollo industrial», en la Mancomunitat han fijado la mirada en el Fondo Next Generation de la UE, que supone una inyección a España de 140.000 millones entre transferencias y préstamos, según los anuncios estatales. Este conjunto de partidas económicas -equivalentes al 11% del PIB nacional- se destinará a proyectos de transformación digital, reindustrialización y líneas de trabajo relacionadas con el pacto verde a favor de energías limpias.

Por ello, también se defiende la vertebración de un Proyecto Estratégico para la Recuperación y Transformación Económica (Perte) de alcance comarcal con el fin de gestionar las ayudas a recibir de Bruselas y potenciar la relación con las infraestructuras del Corredor Mediterráneo.

«Todas las administraciones se encuentran ante una oportunidad histórica de obtener recursos para la financiación de nuevas infraestructuras, proyectos e iniciativas. El fondo europeo de reconstrucción ofrece una financiación abundante», defienden.

Otro de los objetivos del pacto se centra en un incremento del peso relativo del PIB industrial en la Costera, hasta situarlo en la cota del 20 %, cifra que «recomiendan los instrumentos comunitarios de reindustrialización».

El proyecto que situó a Vallada entre las localidades más endeudadas

La historia de Valpark es la de un proyecto urbanístico que lleva años estrangulando las arcas de un pequeño municipio con algo más de 3.000 pobladores según el censo oficial.

Con 1,3 millones de metros cuadrados, el proyecto nació con la tutela de Fernando Giner, exacalde y expresidente de la diputación de València bajo las siglas del Partido Popular. Era el año 2004 y aún no había explotado la burbuja del ladrillo. Llegó a cifrarse un presupuesto de 46 millones de euros para lo que llegó a definirse como un polo de atracción empresarial y un «enclave estratégico».

17 años después en los extensos terrenos solo permanecen unos descoloridos carteles sobre grandes postes. No se llegaron a urbanizar. Desde entonces, los sinsabores se han sucedido. El municipio llegó a encaramarse como una de las localidades más endeudadas de España -aún está ahí- y cada presupuesto municipal se ha convertido en un ejercicio de malabarismo por parte de sus máximos responsables.

Fernando Giner dejó la vara de mando en 2011, siete años después del primer anuncio. Lo sustituyó como independiente Vicente Perales, una persona cercana al «padre» de Valpark que no tuvo reparos en criticar la «herencia recibida» por culpa del complejo industrial.

Tras convertirse en un feudo de la derecha durante años, en las dos últimas legislaturas la alcaldía de Vallada ha recaído en la socialista María José Tortosa, que en los últimos comicios municipales arrasó con el 75 % de los votos computados.

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