La chimenea más alta de la Comunitat Valenciana sigue desprotegida y, con cada episodio de fuertes lluvias —como el que la Costera y prácticamente todo el territorio valenciano han vivido a lo largo de este mes de abril— se incrementan las posibilidades de que los daños que sufre acaben provocando el derrumbe completo de la estructura. «No sabemos si es estable o no, habría que realizar un estudio de forma urgente. El agujero de la corona puede ser definitivamente peligroso» valoraba Diana Sánchez, doctora en Arquitectura y las manos tras el reconocido Blog sobre Patrimonio Industrial Arquitectónico, que criticaba el hecho de que, pese a que el ítem debe ser Bien de Relevancia Local, aún no forma parte del catálogo del Ayuntamiento de Xàtiva a este efecto, lo que aleja cualquier tipo de trabajo de reparación en la chimenea.
La arquitecta acudió la semana pasada a comprobar el estado del conjunto de toda la papelería San Jorge, la antigua fábrica propiedad del empresario Gregorio Molina. La época de esplendor de la factoría queda ya muy lejos, y actualmente solo las naves más nuevas sirven de almacén para una empresa de material de construcción; la perspectiva global de los edificios más históricos es casi de ruina. Sánchez estudió todo el entorno, pero fue la chimenea principal el elementos que más captó su atención. Tal y como documentó el historiador Josep Lluís Cebrián, con su podio, su base octogonal y cincuenta metros de altura, es la construcción de este tipo más alta de toda la Comunitat Valenciana. «Es un elemento bastante importante, y que se debería proteger como merece», valoraba Diana Sánchez.
Cebrián ya alertaba en su estudio, Els fumerals de Xàtiva. Monuments de la industrialització, del deterioro de la chimenea. Los visibles daños que sufre en su corona fueron provocados por la caída de un rayo, hace unos años. Tras la DANA de enero del 2020, la erosión de la parte superior de la columna empeoró; a día de hoy, y tras las constantes lluvias del mes pasado, el tramo final del cuello se ve mucho más oscurecido, a todas luces consecuencia de la acción de la humedad filtrada por la maltrecha estructura.
«Es una constante que el patrimonio industrial, normalmente situado a las afueras de las ciudades, se deje de lado. Y sería una pena que un conjunto de estas características acabase cayendo, a todas luces debería plantearse una protección», insistía la arquitecta Diana Sánchez. El complejo fabril que construyese Gregorio Molina es de propiedad privada, lo que complica las actuaciones en este sentido; empero, en enero del 201, Xàtiva inició un expediente para declarar la chimenea y otra docena de inmuebles de la localidad como Bienes de Relevancia Local, lo que brindaba garantías de conservación y competencias para asegurarlas. No obstante, dos años después la chimenea aún no ha sido incluida en el catálogo de BRL, denunciaba Sánchez: «El consistorio debería tramitarlo con urgencia, y luego dar con el propietario y consolidar la estructura. Es importante realizar un examen y hacer lo necesario para evitar un posible derrumbe», advertía. Si ocurre, será visible desde toda Xàtiva. Pero de momento la chimenea de San Jorge resiste, aguardando la oportunidad de explotar su potencial.
Todo el complejo acusa la falta de mantenimiento
La chimenea es el elemento patrimonial más destacado de la vieja fábrica de San Jorge por su idiosincrasia como la más alta de la Comunitat; no obstante, la arquitecta Diana Sánchez realza el valor de todo el complejo, una factoría de la primera mitad del siglo pasado. La segunda chimenea, obra del mismo arquitecto que la principal —Josep Goig Lorente—, presenta un mejor estado. El resto de los inmuebles fabriles acusan la falta total de mantenimiento: «Se ven muchas deficiencias, huecos tabicados, suciedad, acumulación de basuras... Todo salta a la vista incluso desde lejos», lamentaba Sánchez. La arquitecta pedía una intervención general en todas las naves más antiguas, con el objetivo de descartar cualquier riesgo de derrumbamiento.
