Más de 400 firmas en un fin de semana contra la megaplanta fotovoltaica prevista en el Pi de Cairent de Aielo de Malferit. La campaña puesta en marcha por un grupo de vecinos en contra del proyecto se ha saldado en apenas tres días con 400 firmas, de las 500 que se requieren en la propuesta puesta en marcha a través del portal de internet change.org. A media tarde de ayer, había 417 firmas. Además, los impulsores de la plataforma que se está organizando contra el proyecto han repartido por los comercios y establecimientos locales hojas para recabar más signaturas. Así, el rechazo a la instalación de placas solares en el paraje natural y uno de los más populares de la localidad valldalbaidina rebasa ya el medio de millar de adhesiones.
El grupo que se está movilizando contra la megaplanta fotovoltaica ya supera el medio centenar de vecinos y ayer estaba prevista la primera reunión para organizar la plataforma y tratar de designar un portavoz. Según explicaron ayer a Levante-EMV, a lo largo de esta semana seguirán recogiendo firmas de apoyo «físicas» —a través de las hojas repartidas por el pueblo— con el objetivo de presentarlas en el ayuntamiento. Tal como informó este diario el sábado, el colectivo vecinal reclama a los partidos con representación municipal que aprueben un acuerdo unánime de rechazo a la granja solar. Afirmaban que «esto no va de colores políticos, todo el pueblo está contra una planta que va a hipotecar el futuro ambiental del municipio». Ayer insistían en ello: «todo el pueblo lleva todo el fin de semana revolucionado contra un proyecto que es un atentado ambiental a uno de los grandes parajes de Aielo de Malferit. La gente se está volcando y las firmas son constantes desde que se ha puesto en marcha la iniciativa».
Los vecinos esgrimen razones ambientales, paisajísticas y sentimentales en defensa del Pi de Cairent. «Fotovoltaicas sí, pero no a cualquier precio»; «si permitimos estos proyectos seguiremos alimentando la dictadura energética que llevamos sufriendo desde hace muchísimos años»; «permitiendo este tipo de plantas, estamos ayudando a la monopolización del sector energético», expresan algunos vecinos. También señalan que «no es forma de hacer la transición a energías limpias. No se puede arrasar la naturaleza», señalan, mostrándose a favor de proyectos de autoconsumo o de grupos o comunidades reducidas de vecinos, pero en contra de megaproyectos.
Afecta 3 millones de m2 de paraje
Los promotores de la campaña de firmas apelan a la vinculación de generaciones de abuelos, padres e hijos que disfrutaron y disfrutan del Pi de Cairent, y alertan que la granja solar será una «catástrofe medioambiental», con 3 millones de metros cuadrados de vegetación «en peligro de extinción por una planta fotovoltaica». El proyecto «arrasará colonias de jabalíes, nidos de pájaros, conejos y cabras montesas», expresan en defensa de la flora y la fauna del paraje.
