Fontanars dels Alforins se vio sacudida en la tarde del pasado lunes por un suceso de los que son poco habituales en municipios como este. Un vecino de la localidad sufrió una crisis y, tras pedir ayuda para que unos conocidos acudiesen a socorrerle a su domicilio, salió del mismo con un machete de caza en la mano y con actitud violenta, llegando a amenazar a los alforineros que se habían congregado allí. Tras unos minutos de tensión, acudieron al lugar varios agentesde la Guardia Civil y lograron inmovilizar al afectado. Después de que le fuese administrado un calmante, fue trasladado al Hospital Lluís Alcanyís de Xàtiva, donde aún permanecía ingresado a la hora de escribir estas líneas.
El suceso tuvo lugar sobre las cinco de la tarde de anteayer. El afectado había llamado a varios conocidos avisándoles de que se encontraba mal, tras haber tomado pastillas y consumido alcohol, y amenazaba con quitarse la vida. Acudieron a su casa, comprobaron que la puerta estaba abierta y entraron al domicilio, para encontrarse al hombre postrado en su cama, «con la vista perdida y con las facultades mermadas», según testimonios directos a los que ha tenido acceso este periódico.
De forma súbita, el hombre se violentó y quiso echar de la vivienda a los vecinos que habían acudido en su socorro. Afuera, éstos llamaron al 112 para que le socorrieran, pero el afectado surgió de pronto con un machete de caza en sus manos, con una actitud más agresiva, y empezó a caminar tras ellos. No obstante, en ningún momento se abalanzó para atacar a sus vecinos. Tras unos minutos en los que llegaron a dar varias vueltas a la manzana, llamando la atención ya de decenas de vecinos de Fontanars, tres coches patrulla de la Guardia Civil y una unidad médica procedentes de la Font de la Figuera llegaron a la localidad. Reducieron al hombre, que intentó resistirse, y le inyectaron un calmante. Finalmente, se lo llevaron detenido al Hospital de Xàtiva.
El alcalde de Fontanars dels Alforins, Julio Biosca, quiso agradecer la actuación de los agentes de la Guardia Civil que se personaron en la localidad para atajar la crisis del vecino. «Fueron muy profesionales, se comportaron de forma muy humana. Consiguieron calmarle, y su retención fue con muy buenas maneras», valoraba el munícipe, quien trasladaba su agradecimiento y el todo Fontanars dels Alforins al puesto de la benemérita de la Font de la Figuera. Según informó, ningún vecino prevé presentar denuncia alguna.
