El Ayuntamiento de Fontanars dels Alforins ha suspendido la concesión y la admisión a trámite de licencias urbanísticas para instalaciones de energía solar fotovoltaica y energía eólica, con el fin de poder articular mecanismos en el Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) para regular estas instalaciones. Fontanars cuenta ya con un «blindaje» frente a estos proyectos de megaplantas solares que afectan a municipios vecinos como la Font de la Figuera, Moixent y Montesa, ya que el 80 % del término municipal está protegido como Lugar de Importancia Comunitaria (LIC) y como Zona de Especial Conservación (ZEC), esta última declaración aprobada por la Generalitat Valenciana el pasado mayo.
Pero el 20 % restante del término puede ser susceptible de acoger alguno de estos proyectos solares que están proliferando ahora en el territorio. Para ello, el ayuntamiento suspende la concesión de licencias para estudiar las propuestas que lleguen y establecer restricciones para evitar grandes proyectos que amenacen espacios de interés e iniciativas como Terres dels Alforins, que aglutina las bodegas asentadas en la zona y que suponen un importante motor económico.
El alcalde de Fontanars dels Alforins, Julio Biosca, explicaba ayer que con esta suspensión, el ayuntamiento «recupera la iniciativa, la competencia, para proponer medidas y regular estas instalaciones». El primer edil señalaba que los consistorios «hemos tenido poco margen de maniobra ante esta bocanada de proyectos que han llegado», y apuntaba que, «en nuestro caso ya teníamos mecanismos que si bien no prohiben estas instalaciones, sí las restringen mucho, pero ahora damos un paso más para poder modificar puntualmente el plan general y regular las propuestas que nos lleguen para el suelo del término que está al margen de esa protección». Biosca señalaba que, precisamente por la normativa restrictiva que ya rige en Fontanars, «no hemos recibido ninguna propuesta de proyecto fotovoltaico para instalarse en nuestro pueblo.ubo dos contactos, que preguntaron por nuestra situación urbanística, y al conocer las limitaciones no llegaron a presentarse», explicaba.
Y es que además de la protección que impone las declaraciones LIC y ZEC, el plan general de Fontanars dels Alforins, aprobado en 2019, fija que las instalaciones fotovoltaicas que se proyecten en todo el término municipal, que afecten a 100 hectáreas o más, el 50 % de la parcela puede ser ocupada con placas solares y el otro 50 % tiene que estar cultivado, «lo que ya limita bastante la instalación», remarcaba el alcalde.
Biosca reiteraba que la suspensión de licencias «nos da margen para estudiar estos aspectos y proponer modificaciones en la parte del término donde ahora pueda ser factible llevar a cabo estas instalaciones. Nos da la posibilidad de analizar las zonas que no están afectadas por la restricción de ubicar estos proyectos, y poder regularlo detalladamente», exponía. El plan general, redactado antes de que llegara el alud de fotovoltaicas, introdujo alguna regulación de estas instalaciones —se permite el autoconsumo, por ejemplo—, pero no contempla situaciones como las que plantean las megaplantas solares.
Suspensión durante un año
La suspensión de licencias será efectiva durante un año, plazo en el que el ayuntamiento tendrá que plantear las posibles modificaciones , que ya tendrán un máximo de cuatro años para tramitarse. Así, Fontanars dels Alforins se une a Aielo de Malferit, que también aprobó en el pleno del pasado junio la suspensión de licencias a proyectos fotovoltaicos y eólicos. Una aprobación que días atrás fue publicada oficialmente por la administración autonómica.
