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La Font de la Figuera pierde la mitad de sus bares por la pandemia

Hasta tres locales del municipio anuncian sus intenciones de bajar la persiana si nadie se interesa por un traspaso al final de verano o de año

La familia Sánchez del Moral, gestores del bar la Font’da, cerrarán a finales de agosto. | PATRICIO SIMÓ

La pandemia de la Covid-19 se ha llevado por delante muchos negocios, que se han visto abocados a bajar la persiana por diferentes motivos. Aunque la llegada del verano siempre es sinónimo de buenas noticias para los sectores económicos que dependen del motor del turismo, a veces los golpes recibidos son demasiados. Tal es lo que parece haber ocurrido en la Font de la Figuera, que puede perder a finales del presente mes de agosto la mitad de sus locales de restauración.

De los hasta ocho negocios que funcionaban durante los ejercicios anteriores a la crisis sanitaria podrían quedarse tres o cuatro una vez acabe el verano. Y el número podría ser menor al finalizar el año. Parecen pocos establecimientos de este tipo para un municipio que sobrepasa la cifra de 2.000 pobladores estables en las estadísticas oficiales.

Así, el último negocio que ha anunciado que podría bajar la persiana es el restaurante La Font’da. Sus actuales gestores han confirmado que cerrarán sus puertas este mes de agosto, tras diez años de servicio al público, si no encuentran antes alguien interesado en un traspaso.

Fuentes del entorno del establecimiento comentaron ayer que hacía tiempo que la familia Sánchez del Moral anunció sus intenciones. Y una de las dueñas así lo ha confirmado en una carta dirigida a sus clientes, que publicó en la red social Facebook el pasado 27 de julio. Todo apunta a que no ha sido una decisión tomada a la ligera, sino que se trata de algo meditado. Así, a finales del actual mes de agosto, falta por precisar la fecha exacta, la Font’da bajará la persiana.

Se suma así a otros negocios hosteleros del municipio de la Costera que también han anunciado que cerrarán sus puertas, como La Traca. También echó el candado el Bar Colon, cuyos responsables también rechazaron seguir con el local del Polideportivo en mayo, que ya gestiona otra persona tras rescindirse el contrato público con el ayuntamiento

Diferentes etapas

La familia Sánchez del Moral confirma en su escrito que la decisión es meramente personal. Y meditada. «La vida tiene diferentes etapas y caminos y el tiempo y las circunstancias nos llevan a tomar unas decisiones u otras», argumentan. «Esta vez el camino a seguir es el de no renovar contrato», apostillan.

A su vez, en el texto compartido en redes sociales, también animan «a que no se pierda todo por lo que hemos luchado y tanto esfuerzo nos ha costado, no nos gustaría que fuera otro bar que se cierra eternamente y no vuelve a abrir. La situación ahora es complicada, pero si alguien quiere alquilarlo tendrá nuestra ayuda y todo lo que nosotros hemos puesto e invertido, solo tiene que ponerse en contacto con nosotros»

Si finalmente no fructifica un relevo, la Font de la Figuera perdería tres de los establecimientos con los que contaba hasta ahora. Y la lista no acaba ahí. El Bar Nou también se traspasa y es probable que pueda cerrar en diciembre y el Bar Central estará sin actividad durante tres meses tras la operación de cadera que ha sufrido su propietario. El otro establecimiento que seguro que estará abierto junto al bar Central es el restaurante Les Eres. Y el local del Polideportivo.

Vicent Muñoz es el actual alcalde de la Font de la Figuera. Ayer atendió a este diario y explicó que «es cierto que la pandemia ha golpeado a la restauración local y que se han anunciado esos cierres o traspasos. La gente sale menos y eso se nota. Desde el ayuntamiento animamos a acudir a las diferentes líneas de ayudas que ofertamos». «Yo vengo de una familia relacionada con la hostelería y sé lo que es. Son negocios que tienen más actividad cuando más fiesta hay y eso es sufrido, la verdad», apuntó el primer edil.

También recordó el caso de una heladería que por el momento no tiene visos de abrir este verano: «Por situación y ubicación es un negocio que seguro que iría bien mínimo los cuatro meses de temporada alta. Lo que pasa es que todo apunta a que nadie se ha interesado este año».

La Font’da. La Traca. El bar Nou. Tres nombres de locales de restauración que podrían bajar la persiana sino hay un relevo.

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