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Una decena de robos pone en alerta al diseminado de casetas de Ontinyent

Los afectados exigen más vigilancia y efectivos policiales para acabar con este tipo de episodios

Vista de varias casetas en una parcela del diseminado de Ontinyent, en una imagen de archivo | PERALES IBORRA

El diseminado de Ontinyent sufre una nueva oleada de robos en estas últimas semanas de verano, que afecta a varias viviendas y casetas y que ha levantado la alarma entre la ciudadanía. Según han apuntado a este periódico varios testimonios del vecindario ontinyentí, esta cadena de robos, concentrada en los dos últimos fines de semana, llega a afectar a una veintena de casetas. Fuentes directas han confirmado una cifra de al menos diez asaltos en otros tantos inmuebles del Camí de l’Alba, del Camí de la Costa y de la zona de Helios, entre otros puntos del término municipal ontinyentí. No es la primera vez que la capital de la Vall d’Albaida sufre una cadena de saqueos, pero en este último episodio la preocupación es especialmente elevada por la virulencia con la que se han producido en dos fines de semana consecutivos.

Los primeros asaltos se produjeron durante la noche del pasado 20 de agosto, viernes, en las casetas de la zona del Llombo. Los ladrones actuaron con rapidez, aprovechando la ausencia momentánea de los propietarios. «Nos fuimos un par de horas o tres, a cenar, y al volver nos vimos el desastre. Rompieron el cristal frontal y forzaron la puerta. Y se ensañaron con la casa», relataba ayer a este diario una de las vecinas afectadas por la cadena de robos. En su caso, no pudieron llevarse objetos de mucho valor: «Se llevaron colonias, desvalijaron la nevera, algo de ropa... Pero lo peor es el impacto. Estamos muy intranquilos», aseveraba, indicando que es la segunda vez que entran a robar a su caseta, después del asalto que ya sufrieron hace tres años. «Notamos nuestro hogar profanado. Antesnos íbamos por la noche, dábamos una vuelta... Ya no nos atrevemos», añadía el testimonio.

Al día siguiente, coincidiendo con el acto de la Baixada del Crist, los ladrones practicaron otra oleada de robos, esta vez en la Costa y Helios. «Entraron a mi caseta y a la del vecino de abajo. Se llevaron lo típico, joyería, dinero, también ropa... Todo lo que encontraron de valor. Fue un desastre», explicó a Levante-EMV otro ciudadano de Ontinyent afectado por estos asaltos del pasado sábado. Reseñaba los efectos del gran número de robos que vivió Ontinyent en pocas horas: «Llamé cuatro o cinco veces a la Guardia Civil, que me pedían paciencia porque estaban saturados. El lunes, cuando fue al cuartel a cursar la denuncia, le tuvieron que dar hora «por la gran cantidad de gente afectada que había acudido a denunciar». El pasado fin de semana, los asaltos se produjeron en la zona del Camí de l’Alba, con una incidencia en el número de robos, por otro lado, inferior a la del anterior.

A la espera de si la investigación policial encuentra a los culpables de estos asaltos, los vecinos afectados por los robos demandan «más efectivos para vigilar el diseminado» y evitar episodios como los de los últimos días. «Los mismos agentes decían estar saturados. Solo había una patrulla de la Guardia Civil para todo el diseminado. Para una población como Ontinyent es insuficiente», valoró, exigiendo «más uso de las cámaras de la vigilancia» que pueblan los caminos.

Operación policial en octubre

A finales de octubre, la Guardia Civil ya concluyó un importante operativo contra los robos en el diseminado ontinyentí que se saldó con la detención de cuatro vecinos de Ontinyent y Bocairent, de entre 25 y 45 años de edad, y a los que se les imputaban once robos con fuerza en casas de campo, domicilios y segundas residencias de ambas localidades. Forzaban la entrada a los inmuebles asaltados cuando comprobaban que sus propietarios se marchaban, el mismo modus operandi que se ha seguido en este último episodio de robos.

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