Las obras que sacarán a la luz el antiguo perímetro amurallado de Ontinyent y dotarán al barrio de la Vila de un ascensor panorámico han dado comienzo con la previsión de que culminen en enero de 2023. El alcalde de Ontinyent, Jorge Rodríguez, puso ayer en valor el proyecto de restauración de la Muralla Norte y la mejora de la accesibilidad de La Vila como «un ejemplo de recuperación del patrimonio como atractivo turístico», puesto que la intervención no solo permitirá recuperar la muralla y mejorar la accesibilidad en el barrio, sino que sumará «nuevos atractivos turísticos y patrimoniales» a la localidad, según Rodríguez.
La actuación, que supone una inversión de más de 1,7 millones de euros, está subvencionada con 982.000 euros del Gobierno de España, a través del 1’5% Cultural.
Según desgranó ayer Alberto Alberola, representante de la empresa adjudicataria de la obra, la UTE Guerola Transfer SL y Contratas Vilor SL, la actuación se desarrollará durante un plazo estimado de 16 meses e incluirá varias líneas de acción diferenciadas: la intervención en el edificio de la calle Trinidad 21, la reforma de la muralla en sí, y la obra «principal» de mejora del acceso en La Vila con ascensor y escalas, así como la estabilización del talud adyacente en la Casa Barberà, entre otros. «Este espacio es un tesoro de Ontinyent que está apagado, y al cual vayamos a dar luz», manifestó. Alberola incidió en que, al ser una obra de restauración y rehabilitación, «los resultados visuales no serán rápidos, ya que la actuación requiere de catas pasas previas, y tiene que ser minuciosa con mucho cuidado».
Por su parte, el edil de Territorio, Joan Sanchis, destacó el impacto para la ciudad del conjunto de obras que están actualmente en marcha o son inminentes en Ontinyent durante los próximos meses: cerca de 8,8 millones en obras financiadas mayoritariamente con subvenciones gestionadas por el ayuntamiento.
