Cabe asumir lo que somos. He escuchado con atención lo declarado respecto al último partido jugado contra el València B, y me lo han dejado claro: está bien que seamos competitivos, que seamos capaces de competir con cualquiera, que se trabaje todo lo necesario y más, pero, evidentemente, hay equipos superiores a nosotros.
El Olímpic no es ni peor ni mejor que otros rivales, pero, es verdad, que hay equipos a los que un resfriado no les afecta, porque tienen los medicamentos para aliviar los síntomas, y otros a los que nos deja en la cama. Y eso fue lo que pasó y nos puede pasar otras veces: si todos estamos bien, competiremos, pero, si hay muchas bajas, si no marcamos la que debemos marcar o el árbitro no nos da el gol como bueno, si nos despistamos un poco, un rival como el València B, nos goleará.
Para ganar a un rival superior a ti, él debe estar al 60% de su capacidad y nosotros a un 120%. Es lo que hay, y no por eso hay que renunciar ya a nada, todo lo contario. Ahora toca pelear contra un Benigànim envalentonado y joven. Rival peligroso. De momento una victoria y una derrota, ni somos tan buenos como se pensó al ganar el Jove, ni tan malos tras salir goleados en València (eso lo ha dicho Frangi). Los dirigentes de Sudeva y otros invitados del club estuvieron en el Antonio Puchades. Malo sería que en lugar de mostrar cierta ambición tras la goleada se hubieran quedado con el conformismo. La plantilla sigue pendiente de ser reforzada, ¿se reforzará? Veremos…
