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El barón de Terrateig dona al municipio la ermita del siglo XV

La familia Manglano ha asumido todos los costes del traspaso

La ermita de Terrateig, reconsruidaa finales del s. XIX y propiedad hasta ahora de la familia Manglano, ha pasado a manos del consistorio. | VALÈNCIA TURISME

Allí donde un 9 de noviembre de 1410 predicó Sant Vicent Ferrer se alzó en el siglo XV una ermita que, 611 años más tarde, está a punto de pasar a ser propiedad del pueblo de Terrateig. El empeño del ayuntamiento de esta pequeña población de 250 habitantes por garantizar el futuro del emblemático inmueble y la predisposición mostrada por la baronía que sigue ostentando su titularidad se ha traducido en un acuerdo de donación que la pasada semana se materializó con la aprobación de la cesión por parte del pleno municipal.

El edificio religioso, reconstruido en 1882, ha estado siempre ligado a los diferentes barones de Terrateig, el título nobiliario más longevo que continúa vigente en la Comunitat Valenciana, creado en 1353 por Pedro IV y actualmente ocupado por Fernando Manglano de la Lastra.

Aunque el consistorio elevó la protección de la ermita al incluirla dentro del catálogo municipal de bienes de relevancia local, el hecho de que estuviera en manos privadas implicaba ciertas limitaciones a la hora de poder desplegar en su seno las necesarias tareas de mantenimiento y conservación. Es por eso por lo que la alcaldesa de Terrateig, Silvia Ferrer, celebra que el barón haya puesto tantas facilidades para dejar la edificación en manos municipales, pocos meses después de que el ayuntamiento le planteara esa posibilidad. En la decisión ha jugado un peso importante la vinculación que los Manglano mantienen con la localidad, que demuestran con su presencia habitual durante las fiestas patronales, al menos hasta que dejaron de celebrarse por la pandemia. La corporación municipal, de hecho, tiene intención de preparar un acto de agradecimiento con vistas a los festejos del año que viene para celebrar la donación con toda la familia del barón.

El propietario de la ermita ha asumido voluntariamente todos los gastos notariales y del registro de la propiedad para acelerar el traspaso del bien. «Se volcó desde el primer momento en encarrilarlo todo», incide la alcaldesa. La inscripción del edificio a nombre de la administración local de Terrateig será una realidad en breve una vez culminen los trámites registrales. De esta forma, el consistorio dispondrá de mayores facilidades para ejecutar las intervenciones de mantenimiento que ya proyecta en su seno con las subvenciones que pueda ir obteniendo tanto de la Diputación de València como de la Generalitat, teniendo en cuenta que el presupuesto anual admite pocas florituras.

Revitalizar un enclave histórico

El objetivo principal no es otro que frenar la degradación del templo y asegurar su continuidad en el tiempo, en el marco de la lucha que mantiene la localidad contra la despoblación. Aunque el edificio solo registra actividad religiosa durante dos días al año - en fiestas y el día en que se conmemora la estancia de Sant Vicent Ferrer en la localidad- la intención de la corporación municipal pasa por revitalizar el enclave y su entorno con tal de difundirlo como atractivo turístico, rehabilitando también la antigua vivienda del ermitaño anexa a la ermita para darle un uso que podría ser cultural, según barrunta Silvia Ferrer. En los alrededores ya se ha acondicionado una pinada para potenciar las actividades recreativas. «Se trata de un lugar muy emblemático y querido por los vecinos que tiene una gran relevancia histórica para Terrateig. Darle más uso siempre ha sido nuestro compromiso», apostilla.

En el interior del templo también coexisten elementos que requieren de una restauración. La ermita alberga la piedra sobre la que se cuenta que Sant Vicent predicó en 1410.

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