Levante-EMV

Levante-EMV

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Beniatjar salva su única industria al poner fin a 38 años sin Plan General

La aprobación definitiva del ordenamiento legaliza las instalaciones de la cooperativa de aceite y entierra las normas subsidiarias vigentes desde 1982

Un tractor circula a la entrada de la población de Beniatjar (la Vall d’Albaida). | PERALES IBORRA

«Lo necesitábamos tanto como el agua». El alcalde de Beniatjar, Francisco Giner, resume así las sensaciones que transitan por el ayuntamiento que preside ahora que la Comisión Territorial de Urbanismo de la Generalitat ha dado por fin el visto bueno definitivo -tras 12 años de tramitación- al Plan General que ordena urbanísticamente (PGOU) y garantiza el desarrollo de esta pequeña población de apenas 219 habitantes asentada a los pies de la sierra del Benicadell.

El instrumento, diseñado con el apoyo de la diputación, permite a Beniatjar enterrar de una vez por todas las desfasadas normas subsidiarias de 1982, con las que la localidad ha tenido que funcionar a nivel urbanístico de forma ininterrumpida en los últimos 38 años. La principal consecuencia práctica del acuerdo, según valora Giner, es la legalización del emplazamiento donde se ubica la única industria que queda presente en el municipio, aportando mano de obra: la Cooperativa de aceite del Benicadell . Con el PGOU, los terrenos donde se sitúa el negocio, que se encontraban hasta ahora fuera de toda ordenación, pasan a formar parte de una nueva zona industrial creada en el noreste del casco urbano, integrando tanto la actual cooperativa como otros almacenes existentes, todos ellos construidos «al margen de procesos regulares de edificación» y que en principio no estaban previstos en el planeamiento vigente.

Además de actualizar y poner al día la normativa urbanística, el Plan General también blinda al máximo las estribaciones montañosas de l’Ombria de Benicadell, con su inclusión en Áreas de suelo protegido, y establece una regulación restrictiva de usos para el suelo clasificado como no urbanizable, donde solo se permiten viviendas vinculadas a la actividad agrícola. Además de diversificar la actual tendencia territorial y económica de Beniatjar, que depende básicamente de la agricultura y sólo de manera muy incipiente del turismo, el instrumento de ordenación aspira a potenciar esta última actividad en relación con el turismo rural y plantea zonas de crecimiento urbano limitado a partir de la rotonda ejecutada por la Diputación de Valencia como intersección de las carreteras CV-615 y CV-622.Según consta en el acuerdo de la Comisión de Urbanismo, se prevé un nuevo sector residencial de suelo urbanizable al suroeste del casco urbano, destinado tanto a primera como a segunda residencia, mientras que en el suelo urbano se articula una fachada urbana que mejorará la imagen del casco, propiciando a su vez la colmatación de los solares sin edificar.

Aunque inicialmente se proponían tres unidades de ejecución en suelo urbano, la Confederación Hidrográfica del Júcar obligó a unificar dos de ellas ante la necesidad de evitar construcciones en zonas con peligro de inundación.

No se prevén crecimientos

En cualquier caso, el alcalde recalca que en Beniatjar no se proyecta ningún desarrollo urbanístico ni ningún crecimiento poblacional en el horizonte cercano. Giner hace hincapié en que hay muchas casas vacías en el pueblo.

La aprobación definitiva del Plan General por parte de la Generalitat, sin embargo, está supeditada a la subsanación de una serie de deficiencias y requerimientos a cargo del ayuntamiento. En primer lugar, la Comisión de Urbanismo suspendió la aprobación definitiva del catálogo de bienes y espacios protegidos de la localidad, al no cumplirse todos los trámites necesarios, según advirtió la Conselleria de Educación. Por otra parte, también deben reformularse cuestiones referidas a los criterios paisajísticos de ordenación de dos sectores urbanizables y atender la obligada inclusión de una reserva de suelo educativo.

Compartir el artículo

stats