El Ayuntamiento de Enguera ha dado luz verde a un paquete de rebajas fiscales en 2022 que incluyen una disminución del 3,5 % en el impuesto de bienes inmuebles (IBI) y que supondrán un ahorro de 50.000 euros en el bolsillo de los vecinos. El gobierno municipal presidido por Matilde Marín (PP) ha decidido reducir el tipo impositivo de aplicación municipal al 0,58 después los incrementos constantes en la reacaudación del tributo durante la pasada legislatura.
La modificación de las ordenanzas fiscales diseñada por el ejecutivo también contempla la bonificación del 95 % del impuesto a la banda de música de Enguera, la Unión Musical Santa Cecilia, además de otras bonificaciones para incentivar las instalaciones fotovoltaicas y el aprovechamiento de la energía solar. Desde el PP subrayan que la bajada de impuestos -tras la congelación del año pasado- responde al cumplimiento del programa electoral y contraponen la medida al incremento del IBI del 12 % bajo el mandato anterior.
El último pleno municipal también aprobó una bajada de un 2 % en el Impuesto sobre vehículos de tracción mecánica (IVTM) -que había subido ininterrumpidamente entre 2016 y 2020- y una reducción del 3 % en el coeficiente del IBI rustico -del 0,68 al 0,6- que se traducirá en otra disminución de ingresos de en torno a 35.000 euros. El equipo de gobierno pone el foco en que estas rebajas van acompañadas de un intento por obtener una mayor recaudación para las arcas municipales de las grandes empresas. Un ejemplo de ello es la revisión de la tasa que grava la ocupación de suelo, subsuelo y vuelo. El Ayuntamiento de Enguera ha requerido a 50 empresas que presenten los datos de los últimos 4 años tras detectar que muchas de ellas no trasladaban la información necesaria para practicarles las liquidaciones o autoliquidaciones. Con esta medida, el consistorio prevé ingresar s 8.000 euros en atrasos y aumentar en 2.000 euros anuales esta tasa, a tiempo que plantea crear una nueva tasa por el aprovechamiento de suelo, subsuelo y vuelo de las empresas distribuidoras de la energía para llegar a cobrar unos 30.000 euros anuales.
