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Un derrumbe agrava el deterioro de un palacio gótico en Xàtiva

El ayuntamiento urge a la propiedad a rehabilitar la casa señorial tras cortar el paso en un tramo de la calle Montcada por su ruinoso estado

Tramo de acera cortado al paso en la calle Montcada por el derrumbe en el palacio gótico. | PERALES IBORRA

Es una de las construcciones residenciales más imponentes de la antigua travesía noble de Xàtiva. Hunde sus raíces en un palacio del siglo XV, aunque su arquitectura y morfología es propia de una vivienda burguesa del s. XIX y conserva un arco gótico en el patio. Pero desde el pasado viernes lo único que llama la atención a los viandantes que pasan por delante de su fachada son las vallas y el precinto policial colocado por orden del ayuntamiento como consecuencia del último derrumbe detectado en la parte trasera del abandonado inmueble, en estado ruinoso con sus 1.248 metros cuadrados de superficie construida.

La intervención ha obligado a cortar al paso de los peatones un tramo importante de acera de la calle Montcada. De forma paralela, el departamento de obras del consistorio ha instado a los propietarios del histórico palacio a presentar con la máxima urgencia posible un proyecto de rehabilitación para reparar los desperfectos y asegurar la estabilidad del inmueble, cuyo deterioro es galopantes después de 40 años sin moradores en su interior, desde la jubilación de los dueños de la antigua bodega Llopis.

No es la primera notificación que envía la corporación municipal a los actuales titulares del edificio, cuya declaración como Bien de Relevancia Local fue promovida hace tres años. De hecho, el anterior requerimiento para la ejecución de obras no había sido atendido y el ayuntamiento ya les puso una sanción por incumplir la orden. Según ha podido saber este diario, la propiedad ha contestado al último escrito municipal y ha encargado la intervención a un arquitecto bajo el compromiso de ejecutar los necesarios trabajos de reparación a la mayor brevedad posible. El procedimiento, sin embargo, suele alargarse en el tiempo. Los interesados todavía tienen que pedir la correspondiente licencia de obras y la actuación ha de pasar primero por la comisión mixta de Patrimonio. Hace unos años ya se vieron obligados a adecentar la fachada.

A vista de dron

En la casa número 26 de la calle Montcada, el ayuntamiento detectó recientemente unos importantes boquetes en la cubierta gracias al uso del dron utilizado para revisar el estado de las casas del casco antiguo. Además, los vecinos de la calle Farjas -ubicada en la parte trasera del palacio- alertaron del último derrumbe escuchado en su interior. El regidor de Obras, Ignacio Reig, advierte de que se han tramitado varias denuncias por la falta de actuaciones en la vivienda y de que «seguirán las multas» si no se cumplen los requerimientos. El edil subraya la gravedad de la situación por el hecho de haber tenido que cortar parcialmente una de las principales vías del casco antiguo. «No se puede tolerar», apostilla.

El palacio lleva varios años a la venta, pero sus propietarios no consiguen darle salida. Varios portales inmobiliarios lo ofertan por 300.000 euros como «una casa señorial del siglo XV reformada en el sigo XIX», con elementos góticos, aunque en estado de ruina y necesitada de una reconstrucción. El edificio dispone de un semisótano y tres plantas y ofrece posibilidades para habilitar un hotel o incluso un bloque residencial de hasta ocho viviendas. «Necesita un gran desembolso», avisa el anuncio de la inmobiliaria.

Un síntoma del deterioro que ha sufrido el inmueble es que, desde 2018, su precio de venta se ha rebajado casi un 87 %. Hace solo tres años se ofertaba en los mismos portales por 560.000 euros. Ese mismo año, la Associació Amics de la Costera propuso al ayuntamiento la compra de la casa para transformarla en un Museo del Grabado y la Imprenta en el marco de los presupuestos participativos. La idea era albergar fondos como los de Blai Bellver, adquiridos recientemente, aprovechando el legado de Xàtiva como una de las cunas del papel en Occidente.

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