Es una morada diminuta y coqueta, acorde con el personaje que la habita. Se encuentra ubicada en la parte alta de Navarrés, un pequeño municipio que da nombre a su comarca y cuya población asentada se cifra oficialmente en algo más de 3.000 vecinos. Uno de esos residentes es el ratoncito Pérez, que se mudó a la localidad hace dos años. Lo hizo gracias a la iniciativa artística «Punto y aparte», que transformó la faz del municipio a través de diversas intervenciones de arte urbano.

Uno de los proyectos aprobados por el ayuntamiento fue la transformación de una pequeña casa de toma de agua en el asentamiento del pequeño roedor. Un grupo de vecinas de la localidad presentó la iniciativa y tras el «ok» se puso manos a la obra contando con la colaboración de un albañil municipal.

El ratoncito Pérez abre casa en Navarrés

Ana María Grau es una de las impulsoras. Ayer atendió a Levante-EMV y expuso las razones del inicio del proyecto: «Mi sobrina vio algo similar mientras paseaba por Barcelona y pensamos en trasladarlo a Navarrés». «Una mañana me giré, vi la casita y enseguida lo imaginé. Hablamos con el ayuntamiento y enviaron a un vecino que sabe mucho de albañilería y lo hace muy bien, tiene mucho gusto. Trajimos materiales de casa y la verdad es que solo hay que ver cómo ha quedado. Mucho mejor que la idea de Barcelona, la verdad».

El pequeño roedor llegó al municipio de la Canal antes de que estallara la pandemia y desde entonces acoge las visitas de infantes y mayores. Este año la Mancomunitat ha incluido la casita en la ruta turística oficial y el número de visitantes se ha disparado: «Los fines de semana es una locura, incluso ha llegado a venir gente de Barcelona y Madrid. Hasta llegamos a recoger una carta firmada por un niño suizo».

La casita del ratoncito Pérez de Navarrés está llena de detalles. Los dientes que dejan los niños se guardan en una bolsita. Hay cartulinas y lápices de colores para que escriban cartas al roedor. Según apuntan, ya se cuentan por centenares en lo que va de año. «Las vamos cambiando según las recibimos, pero todas las guardamos, por supuesto», comentaron las impulsoras del proyecto.

El ayuntamiento ha adecentado las inmediaciones de la casita y sus responsables quieren llenar la zona de figuritas: «Lo que ocurre es que es difícil dar con algo que se asemeje al ratoncito Pérez, nos está costando. Algunas veces, incluso, las han roto. Esperamos que no ocurra más. Si alguien quiere colaborar y traer figuritas, nosotras encantadas».